Crónica Navarra.

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"Investigación revela que la sedación paliativa alivia eficazmente el sufrimiento en la etapa final de la vida."

PAMPLONA, 11 de octubre. La Clínica Universidad de Navarra se ha sumado a un ambicioso proyecto europeo que ha demostrado de manera contundente que la sedación paliativa puede disminuir de forma significativa el sufrimiento de los pacientes con enfermedades avanzadas, sin necesidad de recurrir a niveles extremos de sedación. Estos hallazgos respaldan la eficacia clínica de esta modalidad para mitigar el sufrimiento en aquellos casos que son refractarios a otros tratamientos disponibles, al aplicarse una sedación mínima pero efectiva.

La sedación paliativa involucra la administración controlada de medicamentos que disminuyen la conciencia de un paciente en sus últimos días, ajustándose a lo que sea necesario para aliviar el dolor y malestar que presentan. Este estudio forma parte de una iniciativa más amplia a nivel europeo, que también ha integrado a especialistas del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra a través del grupo ATLANTES, buscando evaluar de manera integral la sedación paliativa en el continente.

Desde la Clínica Universidad de Navarra han señalado en un comunicado que la investigación ha sido capaz de establecer métodos objetivos para medir los efectos de la sedación en diferentes países y contextos culturales. Según Rocío Rojí, experta en el Servicio de Control de Síntomas y Medicina Paliativa de la entidad, el propósito de este proyecto es elevar el estándar en la evaluación y tratamiento de síntomas refractarios en pacientes en fase terminal, al mismo tiempo que se promueve una aplicación ética y correcta de la sedación paliativa, alineando la evidencia científica con la reflexión ética y la capacitación profesional.

Los investigadores examinamos la situación de 80 pacientes adultos con cáncer avanzado bajo la atención de equipos de Cuidados Paliativos en hospitales de varios países, entre ellos España, Italia, Bélgica, Alemania y los Países Bajos. Las principales evaluaciones incluyeron el malestar del paciente y el nivel de sedación, empleando escalas de medición estandarizadas y validadas para ello.

Anterioremente, muchos profesionales aplicaban únicamente la medición de la profundidad de la sedación, pero ahora también se están considerando factores como la comodidad observando indicadores como la expresión facial, la postura corporal, la respiración y los sonidos emitidos por el paciente. Rojí ha subrayado que la sedación ha demostrado reducir el malestar de forma consistente y medible, logrando que el paciente no experimente sufrimiento.

Además, se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas con profesionales y familiares, así como grupos de deliberación ética para discutir diversos casos y analizar cómo los profesionales enfrentan y toman decisiones en estas circunstancias tan delicadas.

Los resultados de esta investigación ya han dado lugar a una revisión del marco europeo de buenas prácticas en sedación paliativa, además de una guía clínica destinada a especialistas, profesionales de la salud, enfermeras y psicólogos. También se han publicado varios artículos sobre la práctica de sedación en Europa, los medicamentos más comúnmente utilizados, los síntomas considerados refractarios, y la comunicación y ética en el tratamiento al final de la vida, según informan desde la CUN.