Un disturbio en Andosilla ha conmocionado a la comunidad local, tras un ataque de un perro catalogado como potencialmente peligroso. Las autoridades están gestionando el incidente, que ha dejado como resultado a un hombre herido y deberá ser examinado por la justicia.

PAMPLONA, 29 de enero. Un grupo de agentes pertenecientes al GRIM (Grupo de Investigación Medioambiental) de la Policía Foral está llevando a cabo una investigación sobre dos casos de maltrato y abandono de animales en la región. Uno de estos incidentes tuvo lugar en Andosilla, donde un perro de la raza American Staffordshire Terrier, considerado potencialmente peligroso, atacó a un ciudadano que paseaba a su mascota.

Según los informes, en un primer momento el perro descontrolado se lanzó contra la mascota del hombre, lo que llevó al dueño a intervenir en un intento por separar a los animales. Sin embargo, el perro agresor mordió al propietario, causándole una herida abierta en una de sus manos, así como la fractura de un dedo. Como consecuencia de estas lesiones, la víctima tuvo que recibir atención médica en el hospital de Estella. La policía ha indicado que el dueño del perro enfrentará cargos por lesiones provocadas por su animal.

En un segundo suceso distinto, las autoridades han imputado a un residente de Lodosa por un delito de abandono de animales, conforme al artículo 340 del Código Penal. Este caso se inició luego de que un grupo de voluntarios de una protectora de animales de Estella, en colaboración con el Ayuntamiento de Orkoien, capturara a un perro que llevaba días vagando por el pueblo. La situación del animal representaba un riesgo tanto para su vida como para la seguridad de los vehículos en la zona.

Tras una inspección del microchip y declaraciones de testigos, la Policía Foral logró identificar al propietario del perro, un vecino de Lodosa. Este último intentó justificar su comportamiento argumentando que había regalado al perro a otra persona, cuya identidad no pudo proporcionar. Además, el propietario será denunciado por no cumplir con la obligación de vacunar al animal contra la rabia, lo que suma al caso una gravedad adicional.

Las investigaciones realizadas por la Policía han sido debidamente documentadas y enviadas a la Fiscalía de Medio Ambiente de Navarra, así como a los juzgados correspondientes, dando inicio a un proceso judicial que podría tener consecuencias serias para los implicados. La protección de los animales y la seguridad de la comunidad siguen siendo prioridades en la agenda de las fuerzas del orden en la región.