El pasado sábado, los Reyes de España, Felipe y Letizia, junto a su hija la princesa Leonor, llevaron a cabo una destacada visita a Navarra, comenzando en el majestuoso Palacio Real de Olite. Este emblemático sitio, que remonta su origen a 1402, fue edificado bajo la orden del rey Carlos III 'el Noble' y su esposa, Leonor de Trastámara, debido a la necesidad de más espacio tras la insuficiencia del anterior palacio, que actualmente opera como un hotel parador.

Los monarcas hicieron su entrada en la localidad alrededor de las 10:50 horas, acompañados por una comitiva de autoridades, entre las que se encontraban la presidenta de Navarra, María Chivite, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, la delegada del Gobierno, Alicia Echeverría, y el alcalde de Olite, Josu Etxarri.

Fuera del Palacio, un nutrido grupo de ciudadanos se agolpó para recibir a los soberanos, quienes fueron acogidos entre vítores y aplausos. Los primeros en acercarse fueron un grupo de estudiantes de 4º de Primaria del colegio público Príncipe de Viana, que sorprendieron a los Reyes al entregarles una carta presentada en el marco de un proyecto escolar conmemorando el 600º aniversario del fallecimiento de Carlos III. También le hicieron entrega de una placa que incluye códigos QR con información sobre la vida del Príncipe de Viana, disponible en varios idiomas.

Los Reyes y la princesa Leonor tomaron momentos para interactuar con los jóvenes, firmando autógrafos y compartiendo sonrisas, lo que generó un ambiente de entusiasmo y cercanía con los asistentes.

A lo largo de su recorrido por el Palacio de Olite, los monarcas fueron recibidos por varias autoridades en el patio, antes de proceder a una visita por la Galería Real y el jardín de la Reina, destacándose la riqueza arquitectónica y cultural de este emblemático lugar.

Posteriormente, la familia real se trasladó a Tudela, donde fueron recibidos en el Ayuntamiento por la corporación municipal. Allí, mantuvieron un importante encuentro en el Palacio del Marqués de San Adrián, sede de la UNED, con miembros de la Cámara de Comercio y representantes de la Junta de Bardenas Reales. Además, tuvieron la oportunidad de charlar con una veintena de jóvenes procedentes de diversas áreas, que abarcan la universidad, las artes, la formación profesional, la investigación y la agricultura, fomentando un intercambio valioso de ideas y perspectivas sobre el futuro de Navarra.