El Parlamento demanda al Gobierno preservar el proyecto de conexión de la ribera estellesa con el Canal.

El Parlamento de Navarra se reunió el pasado jueves para abordar un tema crucial relacionado con el abastecimiento de agua en la región. Con el respaldo de UPN y EH Bildu y la oposición del PSN, Geroa Bai, Contigo-Zurekin, el Grupo Mixto (Vox) y una parlamentaria no adscrita, se aprobó una resolución que solicita al Gobierno foral que mantenga las programaciones para las obras de conexión con el Canal de Navarra. Este plan busca iniciar la construcción de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) entre 2025 y 2030, con el objetivo de mitigar la presión ambiental generada por las actuales extracciones de Lokiz.
La propuesta, impulsada por EH Bildu, también demanda que se preserven los 12 millones de euros originalmente contemplados en el Plan Director 2019-2030 para las infraestructuras necesarias que buscan asegurar el suministro a la ribera de Estella. Este punto resalta la importancia de mantener el presupuesto previsto, que resulta fundamental para hacer frente a las necesidades hídricas de la comarca.
UPN, aunque apoyó la resolución, presentó una enmienda que no fue aceptada por EH Bildu. Esta evolución pedía al Gobierno de Navarra que incluyera en los Presupuestos de 2026 fondos específicos y suficientes para dar trámite a la ETAP de Lerín, repitió que la ejecución de este proyecto debe ser prioritaria y no puede estar sujeta a más penalizaciones administrativas.
La resolución señala que cualquier nuevo retraso en la ejecución del plan no tendría justificación y solo podría ser atribuido a la falta de voluntad política, lo que se considera inaceptable a la luz de las urgentes necesidades ambientales y sociales que presenta Tierra Estella. En este contexto, la situación del agua se convierte en un tema crítico que afecta tanto a los ciudadanos como a la sostenibilidad del área.
El PPN también intentó modificar la propuesta inicial, solicitando que las acciones se condicionaran a la finalización de las obras de la segunda fase del Canal de Navarra, aunque esto no fue aceptado por el resto de los grupos parlamentarios. La necesidad de garantizar un suministro de agua sostenible se considera esencial, especialmente ante las dificultades evidenciadas en la revisión del Plan Director.
La revisión de este plan, que se espera sea discutido en 2025, ha sido calificada como "injustificada" por muchos, al argumentar que el retraso en la ejecución de las obras de conexión con el canal podría poner en riesgo la estabilidad del suministro en Tierra Estella. Las previsiones originales apuntaban a que las obras se iniciarían y terminarían entre 2024 y 2027, con una inversión de 12 millones, pero ahora, después de la revisión, este monto se ha recortado drásticamente.
Este recorte puede intensificar la presión sobre los pozos de Mendaza, de los cuales la Mancomunidad de Montejurra tiene una concesión que está a punto de expirar. A pesar de las advertencias sobre la sostenibilidad, los problemas en la gestión del agua parecen estar aumentando, generando un panorama complicado para la región.
Finalmente, se subraya que la situación actual no solo es preocupante por la cantidad de agua extraída, sino también por la forma en que estas extracciones se llevan a cabo durante los períodos de sequía, momento en el cual la disponibilidad del acuífero del río Ega disminuye. Por lo tanto, es esencial que la administración tome decisiones rápidas y efectivas para abordar esta crisis hídrica.
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