AN impone 110 años de prisión a la etarra 'Sahatsa' por tres atentados, dos dirigidos a empresas de Navarra.
La Audiencia Nacional ha dictaminado la condena de 110 años de prisión para Miren Itxaso Zaldúa, conocida con el alias de 'Sahatsa', exmiembro de ETA, tras su implicación en la organización y ejecución de tres atentados terroristas perpetrados por la banda en el año 2002. Entre los ataques violentos cometidos se incluye la explosión en El Corte Inglés de Zaragoza, así como ataques a empresas en Navarra, específicamente en las localidades de Arguedas y Azagra.
En un giro inesperado de los acontecimientos, el tribunal ha decidido absuelve de toda culpa a Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata', otro exintegrante de ETA que también enfrentaba cargos en este caso, argumentando que no había evidencia suficiente que probara su participación directa en los ataques terroristas.
Es importante recordar que durante el juicio celebrado en septiembre pasado, tanto Zaldúa como Carrera defendieron su inocencia y solicitaron la absolución, rechazando cualquier implicación en la planificación de los atentados. Por su parte, la Fiscalía había reclamado sentencias más severas, pidiendo 167 años de prisión para ambos, argumentando que 'Sahatsa' lideraba el comando Basajaun y que 'Ata' ocupaba un rol de alta relevancia dentro de la estructura de la organización.
Los magistrados, en su veredicto, impusieron a Zaldúa 60 años de prisión por tres delitos de estragos terroristas, además de 45 años por otros tres delitos de lesiones terroristas, así como tres años de cárcel por robo de vehículo y dos años por falsedad documental. No obstante, se le absolvió del ataque dirigido hacia la Universidad de Navarra, por el cual también enfrentaba acusaciones.
Los hechos probados expuestos en la sentencia señalan que Zaldúa estaba a cargo del comando Basajaun de ETA en 2002, cuyo objetivo era alcanzar la independencia del País Vasco a través de la violencia. Como coordinadora del grupo, organizó y supervisó las acciones terroristas, identificando los objetivos y facilitando los medios necesarios para llevar a cabo dichos ataques.
El primer ataque mencionado fue un devastador atentado en El Corte Inglés de Zaragoza, ocurrido en la noche del 21 de junio de 2002, que dejó un cráter de aproximadamente cinco por siete metros de diámetro en el área de acceso a vehículos del centro comercial. La explosión resultó de un artefacto explosivo de 70 a 80 kilogramos, instalado en una furgoneta por miembros del comando bajo las órdenes de Zaldúa, y dejó a tres personas heridas, además de causar daños materiales significativos tanto en el comercio como en varios automóviles.
Los otros dos atentados, que también están directamente vinculados a las órdenes de Zaldúa como coordinadora, fueron cometidos el 29 de noviembre de 2002 e implicaron la detonación de explosivos en las instalaciones de UVESA en Arguedas y en la fábrica Ultracongelados Virto en Azagra, generando graves estragos materiales en ambos lugares.
La sentencia revela el cuidadoso análisis de diversas pruebas que sostienen la culpabilidad de Zaldúa, incluyendo testimonios de testigos, declaraciones de agentes de Policía y Guardia Civil, así como informes periciales y documentación relevante. Un punto crucial en el caso fueron los documentos obtenidos durante la detención de Ibon Fernández Iradi, conocido como 'Susper', y otros líderes de ETA, que evidencian la implicación de Zaldúa en las acciones terroristas.
Finalmente, el tribunal subraya la importancia de ciertos documentos que fueron proporcionados por las autoridades francesas bajo un acuerdo de cooperación con España. Entre esos documentos se destaca la "carta BS", que se atribuye a Zaldúa y que contribuye a confirmar su participación activa en los acontecimientos delictivos por los que ha sido condenada.
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