PAMPLONA, 12 de diciembre.
En una jornada que ha generado interés y debate en la comunidad, el consejero de Industria, Transición Ecológica y Digital Empresarial del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo, ha presentado este miércoles el Balance Energético de Navarra 2023. Este informe, elaborado por el Servicio de Transición Energética, muestra un análisis detallado sobre el consumo de las diversas fuentes de energía en la Comunidad foral, y uno de sus datos más significativos es que Navarra ha logrado ser un 7,4% más eficiente este año en comparación con el anterior.
El acto, que también contó con la participación de la directora general de Energía, I+D+i empresarial y Emprendimiento, Garbiñe Basterra, y de la directora del Servicio de Transición Energética, Esperanza Aristu, ha puesto de relieve el esfuerzo del Gobierno por fomentar un modelo energético que no solo sea más sostenible, sino también más autónomo. Irujo destacó que las iniciativas en marcha se centran en pilares fundamentales como la eficiencia energética, el autoconsumo y la generación de energía a través de fuentes renovables. La mejora en la eficiencia refleja un claro compromiso por parte de la industria, la administración y la sociedad hacia un futuro más descarbonizado.
Entre las estadísticas presentadas, se destaca un incremento notable del 13,8% en la capacidad de energías renovables, impulsado principalmente por un aumento en instalaciones de autoconsumo, que vieron un crecimiento del 22,3% en capacidad y un 21,4% en producción solar. Este avance ha permitido que la generación eléctrica a partir de fuentes renovables supere el 50%, alcanzando un porcentaje del 54,8%, un hito que subraya el progreso en la transición energética de la región.
El Balance Energético de Navarra proporciona un análisis exhaustivo del consumo de energía primaria, que abarca tanto la energía final como las fuentes utilizadas para su producción. En este contexto, el año 2023 ha visto una necesidad de 2.300.796 toneladas equivalentes de petróleo (teps) en energía primaria, lo que representa una reducción del 13,6% con respecto al año anterior.
Uno de los cambios más notables en este análisis ha sido la reducción del 22,7% en el uso de gas natural, que ha disminuido de 1.205.262 teps en 2022 a 932.235 teps en 2023. Este descenso se atribuye a la situación de la llamada excepción ibérica en 2022, que hacía que el gas tuviera un costo inferior en Navarra en relación al resto de Europa, fomentando así la exportación de energía eléctrica más allá de las necesidades internas.
Este descenso en las fuentes de energía no renovables se ha replicado en otras categorías. La producción de carbón y coques ha caído un 8,8%, la del petróleo y sus derivados un 8,1%, la electricidad ha mostrado un descenso del 4,1%, y la biomasa ha tenido una reducción del 0,8%. En cuanto a las fuentes de energía consumidas actualmente, la energía final utilizada en Navarra durante 2023 ha sido de 1.775.963 teps, un descenso del 5,7% respecto al año anterior.
Analizando el consumo por fuentes, también se confirma que el carbón y coques, petróleo y gas natural son los que más contribuyeron a este descenso. En el caso de la electricidad, se registró una merma del 3,6%, mientras que la biomasa fue la única fuente que experimentó un incremento, creciendo un 3,9%. Este aumento, en el contexto de la disminución de las energías no renovables, subraya el avance que la industria y la sociedad están dando hacia la descarbonización.
Al adentrarnos en los sectores productivos, el transporte continúa siendo el mayor consumidor de energía, representando el 39% del total con 691.216 teps. Le sigue la industria con un 37%, el sector doméstico, comercio y servicios con un 16%, la agricultura con un 6%, y finalmente, la administración y servicios públicos con un 2%. Es pertinente mencionar que todos los sectores principales han presentado caídas en su consumo, destacando un descenso del 2,49% en el transporte, 5,11% en la industria y un notable 16,2% en el sector doméstico y servicios.
El autoconsumo ha mostrado un crecimiento notable en 2023, reflejándose en un impresionante aumento del 48,4% en la capacidad fotovoltaica instalada respecto al año anterior. Los sectores industrial y residencial han liderado la instalación de nuevas capacidades, evidenciando un compromiso común hacia una mayor independencia energética.
Desde el Gobierno se han indicado que la capacidad de almacenamiento de energía, fundamental para la estabilidad del sistema, alcanzó los 19.098 kWh, lo que potencia la resiliencia energética de Navarra.
Durante la rueda de prensa, Garbiñe Basterra expuso también las inversiones que la Administración ha estado realizando en el sector de las energías renovables, orientadas a potenciar el autoconsumo. Desde el inicio de 2023, se han instalado 65 sistemas fotovoltaicos con una capacidad estimada de producción anual de 2.814 MWh y una potencia pico de 3.481 kWp, lo que ha supuesto una inversión acumulada de más de 3 millones de euros en estas iniciativas.
Con miras al futuro, se anticipa que el presupuesto destinado a ayudas se duplicará para el año 2025 en comparación con 2024. Estas inversiones reflejan el compromiso del Gobierno con un modelo energético que sea autónomo, eficiente y limpio, apuntando hacia una descarbonización efectiva, disminución de costos energéticos y una reducción de la huella ambiental, todo en sintonía con los objetivos de sostenibilidad y resiliencia energética.
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