En Pamplona, el comité de empresa de Glovo, bajo la dirección de CCOO, ha logrado un acuerdo que, según los representantes sindicales, busca mejorar las condiciones laborales de los aproximadamente 400 repartidores que trabajan en la zona. Este pacto ha sido descrito como un importante paso para eliminar las injusticias que han marcado la relación laboral con la compañía.
Pablo Díaz, presidente del comité, y Lucía Sesma, secretaria general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Navarra, han expuesto que Glovo se ha comprometido a hacer ajustes significativos. Entre las promesas realizadas por la empresa se encuentra el pago adecuado de las bajas laborales y la readmisión de empleados que han sido despedidos sin justificación, así como la regularización de nóminas y una mayor flexibilidad horaria para facilitar la conciliación profesional y personal.
Sesma calificó de logro notable que Glovo haya aceptado dialogar con el comité, subrayando la dureza del proceso de negociación. Resaltó el hecho de que los trabajadores y su organización hayan presionado con suficiente fuerza para influir en una multinacional como Glovo, mencionando que esto es resultado de la movilización y el compromiso del sindicato.
El acuerdo establece que se mantendrán vigilantes para asegurar su cumplimiento y que se buscará replicar este modelo de negociación en otras provincias y empresas. Para Sesma, uno de los hitos más significativos ha sido la aceptación de la legitimidad de las negociaciones con este comité, que en un principio no era reconocido por la empresa.
A pesar de que se han tratado asuntos esenciales en esta ronda de negociaciones, Sesma ha manifestado su intención de discutir otros puntos importantes, incluido un convenio más actualizado que refleje las características del sector. Actualmente, la empresa aplica un convenio de 2006 que no se adecúa a la realidad del transporte de mercancías.
Díaz, quien ha proporcionado detalles sobre los términos del acuerdo, ha destacado el "enorme esfuerzo" realizado por los delegados de CCOO para conseguir este avance. Este acuerdo, según él, representa un gran triunfo, logrado de manera exclusiva en Pamplona.
El acuerdo abarca la obligación de la empresa de abonar las prestaciones por incapacidad temporal, ajustar los contratos y regularizar las cotizaciones a la Seguridad Social. Asimismo, se compromete a reinstalar a los empleados despedidos y a retribuir aquellos días no trabajados a raíz de un despido injustificado, además de eliminar sanciones y compensar por daños.
Un aspecto relevante del acuerdo es la flexibilidad horaria, permitiendo a los trabajadores cambiar sus horarios según sus necesidades personales o laborales. También se incluye la garantía de transparencia en los datos relativos al pago por unidad de obra, asegurando que la información esté disponible y sea accesible para los empleados de forma clara.
Uno de los puntos más discutidos ha sido la forma de calcular el pago de kilómetros para los repartidores que operan en el área metropolitana. Según el sindicato, el acuerdo final se alcanzó en un momento crítico, justo antes de la primera protesta programada. Se decidió que, a partir de octubre, se remunerará el kilómetro recorrido desde la recogida del pedido hasta la entrega a 0,55 euros para vehículos y a 0,30 euros para bicicletas y patinetes, una nueva variable que influirá en las remuneraciones.
A partir de noviembre, Glovo comenzará a pagar el kilómetro sin atenerse al salario mínimo interprofesional, estipulando que no se requerirán pedidos mínimos para recibir dicha compensación. El comité analizará la propuesta de la empresa la próxima semana, con la esperanza de que beneficie efectivamente a los trabajadores. En caso contrario, podrían retomar acciones de protesta, según las palabras de Díaz.
Este cambio en la política de pago de kilómetros podría significar un aumento significativo en los ingresos de los repartidores, que podrían ver sus salarios crecer de 1.100-1.200 euros a entre 1.400 y 1.500 euros al mes.
Desde CCOO se ha afirmado que la empresa ha accedido prácticamente a todas las reivindicaciones planteadas por los trabajadores. Las negociaciones se llevaron a cabo después de anunciarse paros en la entrega de cenas y comidas, aunque finalmente solo se realizó el paro del viernes, seguido de una asamblea con los integrantes del equipo para detallar el acuerdo.
Durante esta asamblea, el comité de empresa y CCOO subrayaron su compromiso de supervisar las acciones de la empresa, asegurando el cumplimiento del acuerdo y advirtiendo que, en caso de incumplimiento, se reconsiderarían las movilizaciones, incluida la posibilidad de convocar una huelga general.
Es importante destacar que el comité de Pamplona es actualmente el único constituido a nivel nacional, aunque ya se prevén elecciones en otras provincias en un futuro cercano.
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