En un operativo reciente en Arellano, Navarra, dos hombres de 25 y 32 años están bajo la lupa de las autoridades por la caza furtiva en plena noche. La Guardia Civil ha emitido un comunicado sobre el asunto donde se detallan los hallazgos realizados durante una vigilancia rutinaria en la zona.

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana en un lugar conocido como 'Los Peros', donde los agentes de seguridad ciudadana notaron un todoterreno estacionado cerca de la ermita de San Pedro. Al acercarse, los guardias observaron que el vehículo estaba abierto y con las llaves aún en el contacto, mientras que dos rifles de caza mayor estaban visibles, desprovistos de sus fundas.

Al inspeccionar el interior del coche, los efectivos encontraron un rifle preparado para utilizarse, además de una potente linterna, un hacha, un emisora portátil y municiones. Uno de los objetos encontrados, una funda para un visor nocturno, está prohibido según la legislación cinegética vigente en la región, que estipula claramente las normas a seguir durante la caza.

Poco después de este descubrimiento, uno de los implicados, un joven de 25 años que es dueño de uno de los rifles, se presentó en el lugar y admitió no tener la documentación necesaria ni el permiso para cazar en esas circunstancias. Al profundizar en la investigación, la Guardia Civil logró identificar al segundo hombre, de 32 años, quien aparentemente estaba oculto en las cercanías, aprovechando la oscuridad para eludir a las autoridades.

La actuación policial reveló que ambos individuos estaban infringiendo las normas de caza, ya que la actividad se estaba realizando en un horario penalizado y en un día no permitido, violando así la Orden Foral 189E/2025 que regula las vedas para la temporada 2025/2026.

Ahora, el caso ha sido remitido a la autoridad judicial correspondiente, ya que las acciones de estos hombres podrían constituir un delito contra la flora y la fauna, tal como se detalla en los artículos 334 y 335 del Código Penal español. La intervención fue llevada a cabo por los agentes del Puesto de Lerín de la Guardia Civil, quienes continúan con las investigaciones pertinentes.