El futuro de la planta de Saint Gobain Abrasivos, anteriormente conocida como NORTON, se encuentra en la cuerda floja a medida que el comité de trabajadores ha formulado una exigencia clara: la anulación del expediente de regulación de empleo (ERE). La propuesta incluye un compromiso por parte de la empresa de estudiar en un plazo de seis meses alternativas viables que aseguren la continuidad de la actividad industrial en la instalación.

El pasado martes, 7 de octubre, tuvo lugar la segunda sesión de diálogo organizada por la compañía, justo antes de dar inicio a las negociaciones del ERE, según informaron fuentes de CCOO. Este encuentro se produce en un marco de creciente tensión y desesperación entre los trabajadores, que temen por el futuro de sus empleos.

Durante la reunión anterior, el comité reiteró la necesidad de que la empresa presente un plan sólido que garantice tanto la operatividad de la planta en Berrioplano como la preservación de todos los empleos. La insistencia en este punto refleja la preocupación por el impacto que la deslocalización de la producción podría tener en la comunidad local.

A pesar de la aparente voluntad de diálogo expresada por la dirección de la empresa, que sostiene estar dispuesta a considerar las propuestas del comité, continúa firme en su decisión de avanzar con el ERE y el traslado de la producción a centros en Europa, colocando a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad.

La próxima reunión, fijada para el 16 de octubre, tiene como objetivo formalizar el inicio de las consultas sobre el ERE, lo que ha generado un clima de escepticismo en el comité de trabajadores. Se estima que esta medida afectará a 49 empleados. En caso de que la empresa no acceda a la solicitud de retirar el ERE, se procederá de inmediato a establecer un calendario de movilizaciones, advirtiendo así que la lucha por la defensa de los puestos de trabajo está lejos de haber terminado.