Los Sanfermines son una de las fiestas más populares de España y, sin duda, una de las que más atención mediática reciben. Aunque son muchas las tradiciones que se viven en estas celebraciones, la música es una de las más arraigadas y que más contribuye al ambiente festivo y alegre de los Sanfermines.
Las canciones y melodías que se escuchan en las calles de Pamplona durante los Sanfermines son, en su mayoría, populares y tradicionales. Aunque también se pueden escuchar versiones modernizadas de estas canciones, el repertorio musical de los Sanfermines se basa en gran medida en la recopilación y transmisión oral de canciones y melodías que se transmiten de generación en generación.
La música en los Sanfermines tiene múltiples funciones: desde animar y motivar a los corredores durante el encierro, hasta crear una atmósfera festiva y alegre en las calles de Pamplona. Además, muchas de estas canciones están estrechamente relacionadas con las tradiciones y costumbres de Navarra, lo que les da una importancia cultural y social aún mayor.
El chupinazo es el momento más esperado y simbólico de los Sanfermines. Se trata del cohete que marca el inicio oficial de las fiestas y que se lanza desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona. La música es, sin duda, una parte esencial del chupinazo, y la canción "Pobre de mí" es la que se canta una vez que el cohete hace su estruendo.
"Pobre de mí" es una canción triste que celebra el final de las fiestas. Se trata de una especie de despedida melancólica que se canta al final de los Sanfermines para dar por concluida la celebración. Aunque es una canción triste, también tiene un componente de esperanza, ya que anticipa la llegada del próximo año, cuando las fiestas volverán a celebrarse con toda su intensidad.
Los gigantes y cabezudos son otra de las tradiciones más emblemáticas de los Sanfermines. Estas figuras, que representan a distintos personajes históricos o imaginarios, recorren las calles de Pamplona acompañados de la música de la txaranga, una banda de música tradicional compuesta por instrumentos de viento y percusión.
Las canciones que toca la txaranga durante el desfile de los gigantes y cabezudos son muy populares y están diseñadas para animar a los asistentes a bailar o a seguir el ritmo de las figuras. De hecho, muchas de estas canciones se han convertido en auténticos himnos de los Sanfermines, y son interpretadas en todas las fiestas y celebraciones que se organizan en Pamplona y en toda Navarra.
Las charangas son otro de los elementos musicales que más protagonismo tienen durante los Sanfermines. Estas bandas de música, formadas por instrumentos de viento y percusión, se encargan de animar y amenizar los distintos actos y celebraciones que se llevan a cabo durante las fiestas.
Las charangas tocan todo tipo de música: desde versiones de canciones populares hasta temas clásicos de norte de España. Su música es alegre y festiva, y sirve para crear una atmósfera de diversión y jolgorio en las calles de Pamplona. Además, muchas de estas canciones están diseñadas para que el público participe en su interpretación, creando de esta forma un ambiente participativo y festivo.
La Plaza de toros de Pamplona es otro de los lugares donde la música tiene un papel fundamental durante los Sanfermines. Los espectáculos taurinos que se celebran en la plaza van acompañados de música en vivo, que sirve para animar a los asistentes y para dotar de dramatismo a la faena de los toreros.
La música que se interpreta en la plaza de toros de Pamplona es solemne y emotiva, y está diseñada para crear un ambiente de tensión y emoción. Además, muchas de estas melodías son características de San Fermín, como es el caso de "La muerte de Aitor", una pieza solemne que se suele interpretar en el momento en que un torero recibe una herida grave.
Como hemos visto, la música es una parte fundamental de los Sanfermines. Desde la canción triste del chupinazo hasta las melodías festivas de las charangas, la música contribuye a crear un ambiente de alegría y jolgorio en las calles de Pamplona durante las fiestas. Además, muchas de estas canciones están estrechamente relacionadas con las tradiciones y costumbres de Navarra, lo que les da una importancia cultural y social aún mayor. En definitiva, la música es una de las señas de identidad de los Sanfermines y de la ciudad de Pamplona, y su importancia está fuera de toda duda.