Crónica Navarra.

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El Monasterio de Santa María la Real, un refugio de historia

El Monasterio de Santa María la Real, un refugio de historia

Navarra es una de las comunidades autónomas españolas más ricas en patrimonio histórico, artístico y cultural. Uno de los monumentos más destacados es el Monasterio de Santa María la Real, situado en la localidad de Irache, a unos pocos kilómetros de Estella. Este majestuoso edificio, que en la actualidad acoge al Museo del Vino, esconde una fascinante historia que merece ser contada.

Historia del Monasterio de Santa María la Real

El Monasterio de Santa María la Real tiene sus orígenes en el siglo XI, cuando el rey navarro Sancho el Mayor decidió fundar una casa de monjes en el lugar donde se encontraba una ermita dedicada a la Virgen María. La finalidad de la fundación era garantizar el culto religioso en la zona y contribuir al desarrollo económico y social de la comarca. Durante los siglos siguientes, el monasterio se convirtió en uno de los más importantes de Navarra.

En el siglo XIII, el monasterio recibió el patronazgo del rey navarro Sancho VII el Fuerte y de sus sucesores. Gracias a esta protección real, el monasterio pudo llevar a cabo numerosas obras de ampliación y enriquecimiento artístico, que lo convirtieron en un auténtico centro cultural y espiritual de la región.

Durante los siglos siguientes, el monasterio sufrió varias vicisitudes, entre las que destacan el saqueo y la destrucción que sufrió en 1813 por las tropas napoleónicas. Tras su abandono por parte de los monjes en el siglo XIX, el monasterio fue utilizado como bodega y como fábrica de harina. En la década de los 80 del siglo XX, el edificio fue restaurado y rehabilitado como museo del vino.

Arquitectura y arte del Monasterio de Santa María la Real

El Monasterio de Santa María la Real es un edificio de gran belleza y magnificencia. Su fachada, de estilo románico, está formada por tres portadas con arquivoltas y capiteles historiados, que cuentan la vida de la Virgen María y de algunos santos. Destacan también sus ventanales, con arcos de medio punto, que permiten la entrada de luz al interior del edificio.

En el interior del edificio, se pueden admirar las distintas estancias que componían la vida monástica: el claustro, la iglesia, el refectorio, la biblioteca, la sala capitular y la sacristía. Todas ellas están decoradas con preciosos frescos y pinturas murales que reflejan la iconografía religiosa propia de cada época.

Además, el Museo del Vino, que ocupa gran parte del edificio, permite al visitante conocer la historia de la producción y el consumo de vino en la región.

La importancia del Monasterio de Santa María la Real

El Monasterio de Santa María la Real es un exponente del patrimonio histórico, artístico y cultural de Navarra. Su importancia para la región radica en varios aspectos: por un lado, su valor artístico, ya que es uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de la región; por otro lado, su valor histórico, ya que ha sido testigo de algunos de los momentos más relevantes de la historia de Navarra; y por último, su valor espiritual, ya que fue durante siglos el centro del culto religioso de la comarca.

Si bien es cierto que el monasterio ha sufrido varios avatares a lo largo de su historia, su restauración y su destino actual como museo del vino han permitido que su legado continúe vivo y sea compartido por todos aquellos que deseen conocer la historia y la cultura de Navarra.

En conclusión, el Monasterio de Santa María la Real es un refugio de historia que nos transporta a otras épocas y nos permite conocer el arte, la arquitectura, la religión y la gastronomía de Navarra. Visitar este majestuoso monumento es un verdadero regalo para los sentidos, y una experiencia que todo amante de la cultura y la historia debe vivir al menos una vez en la vida.