Isaba es una hermosa localidad situada en la parte norte de la Comunidad Foral de Navarra, en la comarca del Valle del Roncal, rodeada por cumbres que superan los 2.000 metros de altitud, y que pertenece al Pirineo Navarro. Una población acogedora que ha sabido conservar sus raíces, sus tradiciones y su cultura a lo largo de los años. En este artículo te invitamos a conocer más sobre los encantos de Isaba, un lugar idóneo para los amantes de la naturaleza, la historia y el turismo rural.
La historia de Isaba se remonta al siglo XI, pero no fue hasta la Edad Media que la población comenzó a crecer de forma destacable, convirtiéndose en un importante centro de comercio gracias a su situación geográfica privilegiada. Durante los siglos XV y XVI, Isaba vivió su apogeo económico gracias a la ganadería y la producción de lino. A pesar de su dilatada historia, el pueblo ha sabido conservar su patrimonio arquitectónico, una muestra de la riqueza cultural de la zona.
En Isaba destacan varias edificaciones románicas, como la iglesia de San Cipriano, construida en el siglo XI, en la que se unen diferentes estilos arquitectónicos como el románico, el gótico y el renacentista. El retablo barroco de la iglesia es otra de las joyas que merece la pena contemplar, junto a los escudos de armas de los linajes más importantes de la población.
Otra de las edificaciones que debemos visitar en Isaba es su Ayuntamiento, construido en el siglo XVII, y uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura civil en el valle del Roncal.
Los molinos de Isaba son otros de los puntos de interés que no debemos pasar por alto. El Molino de la Artzibar es uno de los mejor conservados, y es uno de los tres molinos que se mantienen en pie a lo largo del río Esca. Además, si te interesa la historia, no dejes de visitar el Museo Etnográfico de Isaba, en el que descubrirás cómo era la vida de la población del Roncal en tiempos pasados.
El entorno natural de Isaba es rico en fauna y flora, y se encuentra enclavado en el Parque Natural de los Valles Occidentales. Las rutas de senderismo son numerosas y variadas, como la ruta a la Basa de la Mora, que nos ofrece una vista espectacular de la Selva de Irati, o la subida al pico Errozate, un reto para los amantes de la alta montaña.
Las actividades para los más aventureros no se quedan solo en el senderismo, también podremos practicar otros deportes como el barranquismo, la escalada o el descenso de cañones en los ríos de la zona. En invierno, la estación de esquí de fondo Larra Belagua se convierte en el epicentro de los deportes invernales en Isaba, con más de 12 kilómetros de pistas y un moderno centro de equipamiento y alquiler de material.
La gastronomía de Isaba es uno de sus grandes tesoros, y se basa en los productos naturales de la zona. Entre sus platos más tradicionales encontramos el cocido de alubias con morcilla, el chuletón a la brasa, el cordero Roncalés o la trucha del río Esca. Los postres elaborados con miel y frutos secos son una deliciosa alternativa para los más golosos. Todo ello regado con los excelentes caldos de la zona, como el vino D.O. Navarra o la cerveza artesana que elaboran algunos de los locales del pueblo.
Isaba, en el Valle del Roncal, es un lugar único en el que se conjugan la historia, la naturaleza y la gastronomía. Una zona privilegiada que no debes perder de vista si buscas un ambiente rural, tranquilo y acogedor. Un sitio en el que desconectar de la rutina y disfrutar de los placeres que nos brinda la vida en contacto con la naturaleza. Si quieres enamorarte de la belleza del Pirineo Navarro, no lo dudes, Isaba es tu destino.