Este 2 de julio, Volkswagen Navarra ha puesto fin a la producción del icónico Polo en sus instalaciones de Landaben, más de cuarenta años después de su inicio en 1984. La decisión se ha tomado para adaptar las instalaciones al lanzamiento de dos modelos eléctricos en 2026, un Škoda y un Volkswagen, que se unirán al T-Cross y al Taigo.
La producción del Polo no desaparece por completo, ya que se traslada a Kariega (Sudáfrica), donde seguirá siendo fabricado para el mercado europeo, entre otros destinos, según lo anunciado por Volkswagen Navarra.
El último Polo fabricado en Landaben ha sido una variante Life, con un motor 1.0 TSi de 95 CV, caja de cambios manual de cinco velocidades y color azul, con destino en España.
El presidente de Volkswagen Navarra, Michael Hobusch, ha destacado la importancia del modelo para la planta, agradeciendo su contribución y mirando hacia el futuro eléctrico con confianza.
Además, Hobusch ha expresado su reconocimiento a todos los trabajadores de Volkswagen Navarra a lo largo de estos años, destacando su labor fundamental para convertir la planta en un referente tanto para la marca como para el Consorcio.
Por su parte, el presidente del comité de empresa de Volkswagen Navarra, Alfredo Morales, ha señalado que el Polo ha sido un modelo emblemático para la región y la planta, permitiendo su crecimiento y estableciendo bases sólidas para el futuro eléctrico con optimismo.
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