PAMPLONA, 16 Oct.
La autora y periodista bielorrusa y Premio Nobel de Literatura del año 2015, Svetlana Aleksiévich, aseguró que "la persona siempre y en todo momento precisa el arte, no puede ser solo una herramienta o un arma" y puso en valor el papel del arte para poner énfasis la "fuerza" de la gente que están tolerando la guerra en Ucrania.
Svetlana Aleksiévich (Ucrania, 1948), autora de 'La guerra no posee rostro de mujer' (1985), sobre la Segunda Guerra Mundial; 'Los ataúdes de zinc' (1989), sobre la guerra de Afganistán; 'El hechizo de la desaparición' (1993), sobre los suicidios que se generaron tras la caída de la URSS; y 'Voces de Chernóbil' (1997), participará este domingo, en el contexto de los Encuentros de Pamplona 72-22, en un diálogo son J. A. González Sainz, sobre 'La memoria de las desgracias y la cara del futuro'. Una charla donde desea charlar sobre "la literatura en la gente en la vida real".
En una rueda de prensa conmemorada en el Auditorio Baluarte de Pamplona, la autora aseguró que "la memoria es el procedimiento de llegar al arte". En este sentido, ha opinado que "está sacando el arte, la literatura, desde en la gente".
Ha recordado que en su juventud, tras la II Guerra Mundial, vivía en una aldea habitada solo por mujeres que, en el momento en que volvían a sus viviendas "muy cansadas" tras trabajar todo el día, se sentaban en un banco "donde charlaban sobre la guerra". Relatos que eran "mucho mucho más atrayente que todos y cada uno de los libros" que "eran estatales". Relatos, ha destacado, que "charlaban de personas", como la última noche con un marido que no regresó, y no del enfrentamiento. "Se quedó en mi memoria un relato donde la desaparición y el cariño están junto", explicó.
"Sus cuentos eran considerablemente más fuertes y enserio daban temor, no los contenidos escritos de guerra" y reflejaban el paso de la vida civil a la vida en guerra, ha subrayado la autora, que ha señalado que "a lo largo de mi vida estas voces me han perseguido, han seguido conmigo". Esta experiencia fue el germen de un nuevo género, la "novela de voces", que nació con la iniciativa de "contar la vida de estas personas, la vida del socialismo mediante la gente pequeñas; no héroes, sencillamente personas", dando como resultado unos cuentos "muy profundos".
Igualmente, ha recordado una historia, obtenida en su libro sobre Chernobyl, de una mujer cuyo marido era entre los bomberos que trabajó en la extinción del fuego tras la catástrofe, recibió una dosis de radiación mortal y le brindaron "un par de semanas de vida. Fue evacuado al hospital de Moscú donde "no le dejaban ingresar a ver a su marido y le afirmaban 'olvídate que es un individuo que deseabas en algún momento; es un elemento que ha de ser desactivado, es imposible tocar, acariciar ni ofrecer besos, es imposible sentar al costado'". Sin embargo, ha recordado, la mujer subía todas y cada una de las noches por la escalera de incendios para estar a su lado "hasta el desenlace".
"Se tienen la posibilidad de equiparar los contenidos escritos que salían de esta personas con los de Dostoievski o Shakespeare", aseguró. "El arte está en todos y cada cosa de la vida, en cada individuo, solo hay que verlo y después llevarlo a cabo", ha manifestado.
Svetlana Aleksiévich se mostró en conflicto con la afirmación, asimismo en el contexto de los Encuentros de Pamplona 72-22, del director de cine ruso Victor Kossakovsky, que mencionó que la civilización "había fracasado pues no había detenido la guerra". "Comprendo su desesperación, que le falten las expresiones y le ahogue la verdad. Le comprendo a la perfección pues son exactamente los mismos sentimientos que tengo yo", ha aceptado la autora, quien ha señalado que "el arte no puede en un segundo mudar la vida de la gente pero si no hubiese arte la gente habrían sido mucho más horribles".
"El arte debe subir la vida diaria", aseguró. "Sería realmente difícil para nosotros tener solo los documentales médicos o políticos", ha subrayado la periodista bielorrusa, que ha opinado que el director ruso "asimismo lo realiza".
"La persona siempre y en todo momento precisa el arte, la persona no puede ser solo una herramienta o un arma", ha continuado la autora, que ha destacado de qué manera, en el contexto de la guerra de Ucrania, está logrando ver "de qué forma la gente medran; medra su alma, su fuerza. Y eso puede realizar el arte". "Hay que charlar sobre el enorme padecimiento del pueblo ucraniano pero el arte hace bastante comentando sobre la fuerza de estas personas", ha remarcado.
En este sentido, ha contado la narración de un niño que estuvo en un bajo escondido y que perdió a su madre. Cuando recibía asistencia humanitaria, el niño la llevaba a la tumba de su madre, en el patio de la vivienda. "Lo hacía a lo largo de meses y todo el tiempo, en el momento en que llegaban charlaba con su madre", explicó. "Charlar sobre esta historia solo puede el arte y hay que llevarlo a cabo", ha señalado Aleksiévich, que puso en valor que estas historias asistirían a los ucranianos que están peleando a "fortalecerles" pues "en algún lado, ellos asimismo tienen a sus hijos".
Ha señalado la "desesperación en la vida de los ucranianos" que están en la guerra o que se refugian y "me aseguran que no van a regresar a percibir a Chaikovski ni a leer proyectos literarias rusas". "Esta desesperación la debemos batallar entre todos nosotros", ha remarcado.
La autora bielorrusa ha recordado que, tras la revolución de 2020, "debí dejar mi país por el hecho de que me podían arrestar". "Echo mucho de menos mi casa y pienso bastante en de qué forma debemos batallar y vencer. Me digo a mi y a mis leyentes que no se debe dejarse a la desesperación, cada una debe realizar su trabajo a fin de que la gente, lo humano, venza", expresó.
Preguntado por la amenaza nuclear de hoy a consecuencia de la guerra en Ucrania, Svetlana Aleksiévich ha señalado los paralelismos entre la "inseguridad" por la situación en la central de energía nuclear de Zaporiyia con los accidentes de Chernobyl y Fukushima.
Ha recordado la "sensación de tener temor de tocar una flor o sentarte sobre la tierra" en los territorios despoblados de Chernoblyl por el hecho de que "te puede matar". "Si la raza humana no halla las fuentes elecciones quizá toda la tierra se transforme en esta región desierta", ha advertido.
"Pensamos bastante en la experiencia que nos dio la catástrofe del Chernobyl", ha señalado la autora, que ha lamentado que "si observamos la guerra en Ucrania debemos admitir que somos personas del pasado, no es el siglo XXI, hemos ido atrás", ha concluido.