En la ciudad de Pamplona, a fecha 26 de diciembre, la problemática de los virus respiratorios está en la agenda sanitaria de Navarra, donde se ha observado un aumento sostenido en la circulación de estos patógenos en las últimas semanas. Este incremento se sitúa dentro de una intensidad media, alineada con lo que se puede esperar durante esta época del año, lo que sugiere que no se trata de una situación extraordinaria, aunque sí es motivo de atención.
El informe epidemiológico del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, correspondiente a la semana del 16 al 22 de diciembre, revela que la tasa de infecciones respiratorias agudas en atención primaria alcanzó los 744 casos por cada 100.000 habitantes. De esta cifra, se detalló que 79 casos correspondieron a síndromes gripales, 4 a COVID-19 y 11 a neumonías, lo que pone de relieve la diversidad de virus que están circulando en la comunidad.
En un balance de casos, se confirmaron 63 diagnósticos de gripe, desglosados en 35 de gripe B y 28 de gripe A, un incremento notable frente a los 46 casos reportados en la semana anterior. Además, el número de hospitalizaciones ha crecido, con diecinueve personas admitidas, en comparación con solo nueve la semana previa. Este aumento en hospitalizaciones es un indicador preocupante que subraya la gravedad de la situación sanitaria.
La circulación del virus respiratorio sincitial (VRS) también se ha mantenido a un nivel medio, con la notificación de 41 casos y un total de 25 hospitalizaciones, de las cuales 9 correspondían a pacientes pediátricos. Del mismo modo, se registraron cinco casos de COVID-19 confirmados a través de pruebas PCR, de los cuales tres resultaron en hospitalizaciones. Esta situación resalta la necesidad de un monitoreo constante de estos virus potencialmente peligrosos.
Desde el pasado 14 de octubre, se está llevando a cabo una campaña de vacunación contra la gripe y COVID-19, cuyo objetivo prioritario es la prevención de casos graves y hospitalizaciones. Hasta el 22 de diciembre, se han administrado un total de 152.692 dosis de la vacuna antigripal y 100.764 dosis de la vacuna contra el COVID-19, lo que refleja un esfuerzo significativo para proteger a la población vulnerable.
Las autoridades de Salud Pública recomiendan, especialmente para la población más susceptible, que se sigan las indicaciones pertinentes para prevenir infecciones respiratorias graves. Esto incluye la vacunación contra el COVID-19 y la gripe, así como medidas complementarias como mantener la distancia social, utilizar mascarillas y asegurar una adecuada ventilación en los espacios cerrados.
Es importante destacar también que los recién nacidos y lactantes son particularmente vulnerables a infecciones respiratorias severas, debido a la inmadurez de su sistema inmunológico y vías respiratorias. Por ello, se aconseja seguir estrictas normas de higiene al interactuar con los bebés, como lavarse las manos antes de tocarlos y limitar el contacto físico a un número reducido de personas. Aquellos que presenten síntomas de infecciones respiratorias deben evitar la cercanía con los más pequeños, utilizando mascarillas en caso de duda.
Finalmente, desde la Salud Pública se enfatiza el papel protector que ejerce la lactancia materna contra el virus respiratorio sincitial. Además, se exhorta a las familias a evitar la exposición de los bebés al humo, en especial al del tabaco, y a asegurar que aquellas personas que muestren síntomas de infecciones respiratorias no acudan a entornos donde se encuentren niños de corta edad, contribuyendo así a la protección de los más vulnerables en nuestra sociedad.
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