La crítica se ha intensificado en el seno del Ayuntamiento de Pamplona, donde el Partido Popular de Navarra (PPN) ha expresado su descontento con el Partido Socialista de Navarra (PSN), al acusarlo de estar "completamente sometido" a EH Bildu. En un contexto de acusaciones de corrupción en la elección de la alcaldía, destacan las tensiones políticas en la capital navarra.

Durante el reciente Debate sobre el Estado de la Ciudad, que se celebró el 9 de octubre, los partidos que integran el actual gobierno municipal —EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin— defendieron su gestión tras la moción de censura que destituyó a UPN. El PSN ha manifestado su intención de ser "exigente" en su trabajo, reconociendo logros, pero sin caer en la autocomplacencia.

Joxe Abaurrea, portavoz de EH Bildu, tomó la palabra para criticar a UPN por su falta de acción en el gobierno, asegurando que el partido opositor está "tan desconectado de la ciudadanía" que podría enfrentar una dura derrota electoral en 2027. Además, aludió a los “problemas” heredados de la gestión anterior, calificándolos como desastrosos.

Marina Curiel, del PSN, hizo hincapié en que "Pamplona ha cambiado", resaltando la importancia de la convivencia como prioridad y subrayando que su partido ha sido fundamental en la implementación de proyectos transformadores para la ciudad. No obstante, también hizo un llamado al gobierno actual para que mantenga un enfoque crítico y no se conforme.

En las intervenciones, se abordaron temas como la promoción del euskera desde un enfoque voluntario, el impulso de políticas de igualdad, la digitalización de la ciudad y la propuesta de establecer una policía más cercana a la ciudadanía. Curiel, sin embargo, criticó la falta de propuestas de Ibarrola, lo que, según su opinión, refleja un agotador ciclo de quejas sin soluciones concretas.

Mikel Armendáriz de Geroa Bai, expresó satisfacción por los progresos alcanzados en varios proyectos, en particular en el ámbito de la vivienda y en el desarrollo de grandes obras significativas. A pesar de las críticas recibidas, el portavoz defendió la gestión del gobierno actual y manifestando un compromiso de seguir adelante a pesar de los retos.

Por su parte, Txema Mauleón, de Contigo-Zurekin, acusó a UPN y al PPN de estar estancados en el resentimiento, sugiriendo que su preocupación por Pamplona es meramente superficial. Explicó que el gobierno actual está cumpliendo con las promesas realizadas, priorizando demandas sociales como la vivienda y la atención a los más vulnerables.

El diputado del PPN, Carlos García Adanero, arremetió contra la narrativa de que Pamplona había estado en una situación de parálisis, recordando que la elección de la alcaldía se llevó a cabo en un "despacho de Madrid" y que las circunstancias están relacionadas con casos de corrupción. Adanero subrayó que la gestión actual del PSN es sinónimo de una política entregada que solo fortalece a un Asiron que ostenta una "mayoría absoluta" obtenida, según él, sin el respaldo de las urnas.

Finalmente, García también abordó la cuestión de los altos presupuestos de la ciudad, sugiriendo que a pesar de contar con más recursos, los servicios proporcionados a los ciudadanos siguen siendo deficientes. Además, resaltó que el problema de la seguridad y el sinhogarismo requieren soluciones más profundas que simples soluciones temporales, abriendo la pregunta sobre cómo será posible la convivencia en un contexto donde ciertos partidos aún no han condenado abiertamente actos de terrorismo. De cara a las próximas elecciones, el político popular confía en que habrá un cambio significativo en la dirección del gobierno local.