Crónica Navarra.

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"Pamplona planea construir un panteón para las víctimas del franquismo"

El Ayuntamiento de Pamplona en colaboración con el Gobierno de Navarra ha decidido construir un nuevo panteón en el cementerio municipal de San José para dar sepultura a las víctimas de la Guerra Civil de 1936 y del franquismo en Navarra.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, y la consejera del departamento de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Ejecutivo foral, Ana Ollo, han firmado un convenio en cumplimiento de la Ley foral 33/2013, de reconocimiento y reparación moral de las víctimas de la represión en Navarra.

La financiación para la construcción del panteón, que será de titularidad municipal, proviene de ambas administraciones, con una aportación máxima de 125.000 euros por parte del Gobierno de Navarra y una contribución adicional de 50.000 euros por parte del Ayuntamiento de Pamplona.

El Ayuntamiento será responsable de licitar y llevar a cabo la obra, incluyendo la urbanización y ajardinamiento de la parcela, con un presupuesto total de 300.000 euros. La anterior licitación quedó desierta el año pasado, por lo que se espera que esta iniciativa salga adelante con éxito.

Esta obra se lleva a cabo debido a la limitación de espacio del panteón actual y en respuesta a una larga demanda de las asociaciones memorialistas. El Ayuntamiento se compromete a asegurar la conservación y mantenimiento del panteón.

El Gobierno de Navarra proporcionará al Ayuntamiento toda la información sobre los restos recogidos según el Protocolo de Exhumaciones vigente, para garantizar la sepultura de forma individualizada y la identificación de cada víctima.

Los gastos derivados del traslado de restos, tanto para la inhumación como para su posterior exhumación y entrega a los familiares, serán cubiertos por la Administración de la Comunidad Foral de Navarra.

El convenio establece las condiciones para inhumar los restos en el nuevo panteón, reservado para las víctimas de la guerra civil y del franquismo identificadas según el Protocolo de Exhumaciones de Navarra.

El acuerdo tiene una duración inicial de cuatro años, con posibilidad de prorrogarse por otros cuatro años más, para garantizar el adecuado tratamiento de los restos y mantener viva la memoria de las víctimas.