PAMPLONA, 24 Ago.
El Ayuntamiento de Pamplona decidió limitar en un 20% el riego de sus jardines frente a la escasez de precipitaciones y las altas temperaturas, siempre y en todo momento sin poner en una situación comprometedora la supervivencia de estos espacios.
El consistorio está haciendo un "riguroso" control del riego de sus zonas verdes, gracias a la situación singularmente frágil por las condiciones climáticas. "La restauración de zonas no regadas o infrarregadas en Sanfermines (para eludir un pisoteo en fresco que compacte en demasía el lote complicando su restauración y para eludir daños por vandalismo) se efectúa este año con dosis del cien%, en oposición al 120% frecuente en años precedentes. Por este fundamento, la restauración de ciertas zonas verdes se ralentiza y en otras, se muestran zonas amarillas", explicó el Ayuntamiento.
La localidad tiene 3,3 millones de m2 de zonas verdes, introduciendo los parques históricos. El 83% de ellas están dotadas de riego, puesto que un 17% se sostienen a través de desbroces, siendo praderas naturalizadas. Prácticamente la integridad de las ubicaciones verdes están dotadas de sistemas automatizados quedando menos de un 0,25% de esa área que necesita riego manual. El riego automatizado puede controlarse desde desarrolladores próximos a las ubicaciones que se tienen que regar, aun con sistemas de telecontrol que hacen más fácil al Servicio de Zonas Verdes la programación de manera recóndita, y saber los instantes de apertura y cierre de las válvulas de riego.
La reducción en un 20% de media de la proporción de agua usada este verano tiene un primer efecto de amarilleamiento de los céspedes, que reaccionan de este modo frente a un cierto agobio hídrico, pero es una situación calculada que no compromete su supervivencia. El elemento que marca el límite real de agua lo representa el arbolado que hay en las ubicaciones de pradera, puesto que está habituado al agua de riego del césped, con lo que tiene un sistema radicular mucho más superficial que en condiciones de sepa de riego. Así, las pretensiones hídricas de los árboles son las que condicionan el mínimo viable de agua. El sistema de riego está automatizado y planificado para llevar a cabo compatibles las pretensiones hídricas del grupo de vegetación con la máxima eficacia en la utilización de un recurso tan poco en estos instantes.
El Ayuntamiento prevé actualizar antes de final de año la mayor parte de los desarrolladores y actualizar la tecnología que deja no únicamente accionar al dictado del personal de programación de los riegos, sino más bien amoldar las dosis de riego debido a que estas novedosas tecnologías usan datos de las condiciones climáticas de la región, datos históricos, algoritmos de optimización de dosis, etcétera. De esta forma, la app de las dosis de riego se ajustará a las pretensiones reales de las ubicaciones verdes en todos y cada instante, en los límites establecidos desde el Servicio de Zonas Verdes, admitiendo realizar un empleo mucho más razonable del agua, mejorando la administración del recurso en concepto de ahorro.