En una reciente manifestación de descontento, las asociaciones memorialistas de Pamplona han expresado su profunda decepción y enfado hacia los partidos PSN, EH Bildu y Geroa Bai, luego de que estos últimos decidieran transformar el Monumento a los Caídos sin consultar a las víctimas, sus familiares o las propias organizaciones que los representan. Según sus declaraciones, las víctimas continúan siendo ignoradas en el debate sobre el futuro de estos símbolos históricos.
En una conferencia de prensa que tuvo lugar el sábado en Pamplona, los miembros de la Plataforma por el derribo del Monumento a los Caídos leyeron un comunicado en el que subrayaron que este emblemático edificio fue construido en 1942 y se alza como un tributo al golpe de Estado de 1936, un acontecimiento que, según ellos, fracturó de manera irreversible la sociedad española y dejó cicatrices imborrables.
Las asociaciones reclamaron que, a medida que han luchado por el reconocimiento de sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación, la persistencia de un símbolo que, en su opinión, glorifica el franquismo es completamente intolerable. Afirmaron que este monumento no solo perpetúa el sufrimiento de las víctimas, sino que también contraviene los esfuerzos realizados para abordar la memoria histórica.
Los opositores al monumento argumentaron que no puede considerarse un elemento neutral en el paisaje urbano de Pamplona, ya que su objetivo original fue enaltecer el régimen franquista y los golpistas que hicieron todo lo posible para aniquilar a aquellos que defendían los valores de la República. En su visión, dado que Navarra no fue un frente de guerra, este lugar simboliza la apología de quienes fueron responsables de más de 3.700 asesinatos y de la represión ejercida sobre cerca de 30.000 personas.
En este contexto, insisten en que mantener este monumento es incompatible con la dignidad de las víctimas, y por eso consideran que su demolición no solo es un imperativo legal, sino también un deber ético.
Además, sostienen que el acuerdo reciente entre los partidos políticos mencionados contradice claramente la Ley de Memoria Democrática, que estipula que los símbolos franquistas deben ser eliminados. Tal normativa dictate, sostienen, que el Monumento a los Caídos debe ser demolido y no resignificado o transformado simbólicamente, ya que consideran que este último enfoque no se ajusta a la letra de la ley.
Llaman también a la atención sobre la idea de reconsiderar la nomenclatura del lugar de una manera que honre a Maravillas Lamberto. Estos grupos opinan que es éticamente inapropiado nombrar un espacio en honor de alguien cuyas vivencias fueron marcadas por el sufrimiento causado por este monumento, especialmente considerando que su hermana, Josefina, ha manifestado su deseo de ver esta construcción derribada.
Con el objetivo de hacer sentir su voz y promover el derribo del monumento, las asociaciones memorialistas han convocado a una concentración programada para el próximo miércoles, 27 de noviembre a las 19:00 horas en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, bajo el claro mensaje de ‘Derribo ya’.
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