La Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Navarra registra 1.094 ingresos en 2024, manteniendo su nivel habitual.
PAMPLONA, 27 de octubre.
El Hospital Universitario de Navarra (HUN) ha documentado 1.094 ingresos por ictus en el año 2024, una cifra que refleja una continuidad en los niveles de incidencias de patologías cerebrovasculares observada desde 2021, donde los casos se mantienen alrededor de los 1.100 anuales. Esto representa una ligera variación respecto a los 1.079 ingresos registrados en el año anterior.
De las admisiones por ictus, un 23% corresponde a pacientes menores de 65 años, lo que sugiere que esta condición no es exclusiva de personas mayores. En el grupo más joven, los hombres son los más afectados, representando un 70% de los casos. Sin embargo, en la población de mayores de 80 años, las mujeres superan en número a los hombres, constituyendo el 53% de los ingresos en ese rango de edad, en contraste con el 59% de varones entre los 65 y 79 años.
Con respecto a la atención de emergencia, en 2024 se activaron 1.114 protocolos del Código Ictus, lo que indica un aumento en la atención a pacientes con síntomas de ictus por parte de los departamentos de Neurología y Urgencias del HUN. Hasta el 17 de octubre de 2025, se han registrado ya 961 casos atendidos, según revela el Gobierno de Navarra.
El tratamiento principal para el ictus isquémico implica la remoción de un trombo que bloquea una arteria, procedimiento que es realizado por un equipo especializado de Radiología Intervencionista. Este tratamiento, conocido como trombectomía, ha visto un aumento considerable en su aplicación en los últimos años, con 216 intervenciones en 2024, lo que significa un incremento del 15% en comparación con 2023, cuando se realizaron 187. Hasta la fecha de octubre de 2025, se han llevado a cabo 169 terapias de este tipo.
El próximo 29 de octubre, en conmemoración del Día Mundial del Ictus, la Unidad de Ictus del HUN tiene programada una charla informativa titulada 'Qué es y cómo prevenir un ictus'. Esta actividad estará a cargo de médicos y enfermeros del centro, dirigida a profesionales de la salud, pacientes que han sufrido un ictus y sus familiares, así como al público en general. La charla se llevará a cabo en el aula docente del HUN-A de 12:30 a 14:00 horas.
Además, ese mismo día, entre las 10:00 y las 14:00 horas, se dispondrá de una carpa en la entrada del HUN-A, donde expertos del hospital proporcionarán información sobre el ictus, sus síntomas y la detección temprana, así como medidas de control de factores de riesgo.
En 2023, el ictus causó la muerte de 273 personas en Navarra, conforme a los datos del Registro de Mortalidad de la Comunidad. Se reportaron 115 fallecimientos de hombres y 158 de mujeres, lo que corresponde al 3,9% y 5,4% del total de muertes en sus respectivos sexos. Este trastorno tuvo un impacto significativo en personas menores de 75 años, con 35 muertes en hombres (3,8% del total en ese grupo) y 20 en mujeres (4,4% del total).
Entre 2019 y 2023, la mortalidad por ictus en Navarra decreció notablemente, en un 17% respecto al quinquenio anterior, mostrando un descenso constante en la mayoría de los grupos etarios y de género. En particular, las mujeres mayores de 85 años vieron un descenso del 25% en la mortalidad relacionada con ictus durante los últimos cinco años. También se registraron caídas significativas en hombres de diferentes grupos de edad.
Este progreso en la reducción de la mortalidad se traduce en un aumento en el número de sobrevivientes de ictus. Se estima que dos de cada tres supervivientes experimentan secuelas variando desde problemas motores hasta alteraciones cognitivas o emocionales, según enfatiza el Ejecutivo regional.
A lo largo de los últimos años, el número de nuevos casos de ictus en Navarra se ha mantenido relativamente estable con un promedio cercano a 1.000 casos anuales. Entre 2019 y 2023, se registraron 138 casos por cada 100.000 habitantes, lo que es inferior a las proyecciones para toda España en 2017. Sin embargo, aunque la tendencia de las tasas de ictus ha decrecido en hombres y mujeres en la comunidad, la incidencia sigue siendo más alta en hombres, alcanzando aproximadamente un 60% más que sus contrapartes femeninas.
Los especialistas coinciden en que más del 80% de los ictus son prevenibles si se gestionan adecuadamente los factores de riesgo, lo que subraya la importancia de la prevención desde temprana edad.
Los factores de riesgo modificables para esta patología incluyen la hipertensión, la obesidad, la diabetes, el colesterol elevado, el consumo de sustancias, y el tabaquismo, todos entrelazados y contribuyendo a condiciones como la fibrilación auricular, otro de los principales desencadenantes del ictus.
La falta de ejercicio, el estrés, la mala calidad del sueño y una alimentación deficiente son comportamientos que facilitan el surgimiento de estos factores de riesgo.
Los signos que podrían indicar un ictus son la aparición repentina de desviaciones en la comisura bucal, parálisis, alteraciones en la sensibilidad, pérdida temporal o permanente de visión, trastornos en el habla o dolor de cabeza intenso.
Ante la manifestación de estos síntomas, incluso si son pasajeros, es fundamental llamar al 112 para activar el protocolo de emergencia del Código Ictus.
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