La investigación, efectuada por la Jefatura Superior de Navarra, se inició tras la demanda de una joven víctima de agresión sexual
PAMPLONA, 9 Mar.
La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 24 años como presunto creador de 2 delitos de agresión sexual con penetración y 15 de 'child grooming' o ciberacoso sexual de menores (delito contra la independencia y también indemnidad sexuales que castiga a esos que contacten mediante internet, de teléfono o de cualquier otra tecnología con un menor de 16 años y le sugiera un acercamiento para efectuar actos de carácter sexual).
La investigación, realizada a lo largo de meses por la UFAM (Unidad de Atención a la Familia y Mujer) de la Jefatura Superior de Navarra, se inició a causa de la demanda interpuesta por una joven víctima de agresión sexual. La muchacha describió que el supuesto atacante, haciéndose pasar por individuo que aún no ha alcanzado la edad adulta, se puso en contacto con ella mediante comunidades y, tras sostener diálogos inocentes a lo largo de cierto tiempo, le fue sonsacando datos personales. Después, le ha propuesto canjear fotografías que al final tuvieron contenido sexual y, en último sitio, concertó un acercamiento donde procuró agredirla sexualmente, explicó la Policía Nacional.
La primera etapa de la investigación se centró en detectar a la persona tras el perfil en comunidades usado para embaucar, con fines sexuales, a la menor.
Por este primer hecho, el supuesto creador fue localizado y detenido en el País Vasco y puesto predisposición de la Autoridad Judicial a fines de 2022. El Juzgado instructor del caso dictaminó autorización de entrada y registro en el hogar del detenido con el propósito de saber si, entre sus elementos digitales, pudiese existir algún fichero pornográfico o/y otros medios de captación de imágenes similares con pornografía infantil.
Del análisis de los 2 ordenadores portátiles, cámara de fotografías y múltiples memorias fotográficas, tal como de 2 teléfonos móviles inteligentes, no se consiguieron datos de interés para la investigación. Sin embargo, el estudio del móvil intervenido a lo largo de la detención aportó nuevos datos que apuntaron a que el supuesto creador podía estar y estar en contacto con otras menores de edad, dando comienzo a la segunda etapa de la investigación.
Analizando charla por charla, tanto en el teléfono como en la comunidades del detenido, los estudiosos fueron recabando información de probables víctimas. Examinaron años de relaciones en concretes de comunidades para encontrar a las menores perjudicadas logrando probar 2 agresiones sexuales con penetración y hasta 15 casos de 'child grooming' o ciber acoso a menores.
Cabe poner énfasis que, en el momento en que sucedieron los distintos hechos, todas y cada una ellas eran menores de 16 años y, por consiguiente, el viable permiso prestado carecía de validez jurídica. Además, no existía cercanía de edad (ciertas tenían 12 años y el detenido 19) ni tampoco mental entre víctimas y presunto creador y ninguna había contado nada a sus progenitores.
Asimismo, radicaban en distintas ciudades, ciertas ubicadas aun en provincias distintas de la de vivienda del presunto creador, no dudando este en moverse para hacer más simple los encuentros.
Por todos y cada uno de los nuevos datos logrados, el conjunto de investigación procedió a su detención el pasado uno de marzo y su puesta predisposición de la Autoridad Judicial. Debido al volumen de víctimas localizadas y a la gravedad de ciertas manifestaciones, el primer bloque de la investigación fué cerrado y puesto predisposición judicial, continuándose con las gestiones proclives a hallar y también detectar a novedosas víctimas.
Los estudiosos apuntan que el patrón de accionar seguido por el supuesto creador concluye en un tipo delictivo muy definido en esta clase de atacante sexual.
En primer sitio, procura entrar en contacto con chicas jóvenes por medio de comunidades. Estas relaciones las efectúa en concretes a los que llega por medio de populares o personas a las que manda convidación. Cuando las menores le añaden a sus populares, sostiene con ellas diálogos inocentes o ingenuas, sin fondo, hasta el momento en que va ganando su seguridad y les solicita fotografías personales y un número de móvil para charlar de forma directa con ellas mediante apps de correo instantánea.
Conseguido esto, su único interés es conseguir imágenes de la joven desviste para dar de comer su lívido y más tarde procura encuentros en persona, sin importarle el sitio de vivienda. Siempre se expone presto a moverse y quedar.