La negociadora lo logró tras tres horas conversando con la persona
PAMPLONA, 19 Mar.
Agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Foral adscritos a las comisarías de Sangüesa y Pamplona, en colaboración con el Jefe de Negociadores de la Policía Foral, han atendido últimamente con éxito un aviso por intento autolítico en la Merindad de Sangüesa.
Una llamada al Centro de Mando y Coordinación (CMC) de la Policía Foral alertaba sobre un individuo que había salido de su residencia con una escopeta y múltiples cartuchos, conminando con suicidarse. Las primeras indagaciones lograron saber la región aproximada a la que se habría dirigido con su vehículo.
Después de múltiples intentos inútiles de comunicación, agentes de la Comisaría de Sangüesa de la Policía Foral lograron entrar en contacto con esta persona, empezando la negociación policial con el fin de que no llevara a efecto su amenaza y proteger de esta forma su integridad personal.
En las diálogos telefónicas mantenidas a lo largo del tiempo que prosiguió, el aparato de negociadores de la Policía Foral logró detectar a la persona logrando movilizar a las patrullas al sitio exacto, explicó en una publicación oficial el cuerpo policial.
En este punto, la estrategia policial entró en una exclusiva etapa en lo que se refiere a la negociación tiene relación, la de "la persuasión". Con el correr del tiempo y con las expresiones correctas se logró ir calando en la persona, consiguiendo de a poco la meta de convencerle para no hacer sus pretenciones.
En esta situación, tras precisamente tres horas de negociación, la persona al final se entregó a los policías que formaban el dispositivo, lográndose de esta forma el primordial propósito: eludir que padeciera daño alguno.
La negociación policial es una herramienta con la que cuentan ciertos cuerpos policiales y que se usa para la resolución no beligerante de ocasiones críticas o de crisis. Situaciones en las que la vida o la integridad física de la gente está comprometida. En esas ocasiones, hablamos de la única vía opción alternativa al empleo de la crueldad o de una acción táctica directa.
La Policía Foral explicó que, a través de la utilización de técnicas de comunicación, los negociadores "quieren subir, peldaño a peldaño, la escalera del cambio de conducta de aquella persona que está, en un instante particular, protagonizando una situación de esta clase (atrincherados con víctimas o rehenes, personas con ideaciones autolíticas, patología mental, raptos...)". El propósito último es eludir o achicar el daño a la gente y, seguidamente, a los recursos.