PAMPLONA, 20 Sep.
La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pamplona dictaminó este lunes el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de un vecino de una ciudad de la Montaña de Navarra culpado por delitos de crueldad de género por haber quebrantado la orden de alejamiento y comunicación de su expareja.
En la resolución judicial, que puede ser recurrida, la jueza cree que no hay otra medida menos costosa para resguardar a la víctima.
En la causa se estudian los delitos de quebrantamiento como condena o medida cautelar, crueldad doméstica y de género, lesiones y castigo familiar, amenazas y tenencia ilegal de armas.
En la comparecencia conmemorada el primer día de la semana frente a la juez, el Ministerio Fiscal solicitó el ingreso en prisión precautoria del encausado, al tiempo que la acusación especial, ejercida por la víctima, y la defensa demandaron la independencia provisional sin fianza.
El pasado 6 de septiembre, el investigado fue culpado de conformidad, por ejemplo, a la pena de alejamiento y prohibición de comunicación con la denunciante. Sin embargo, al día después los dos fueron detenidos en un control realizado por la Policía Nacional.
Posteriormente, el encausado envió el día 16 sms y de audio a su expareja, en los que la insultó y conminó por su presunta relación con un tercero, a quien visitó en su casa y asimismo conminó. El investigado instó a este hombre a que le enseñara los mensajes que tenía con la denunciante. Por estos sucesos se elaboró una demanda.
El encausado, según recopila la resolución judicial, reconoció relativamente los hechos, a pesar de que los banalizó y quitó relevancia, informó el TSJN.
La juez resalta en el coche que la opinión de peligro por la parte de la policía es "extrema". Por todo ello, al generarse estos sucesos justo después de una condena, considera correcta la prisión provisional para "resguardar la integridad y salud de la víctima, eludir la reiteración delictiva y la destrucción de pruebas", en tanto que en ese instante aún se encontraba pendiente de hacer el registro domiciliario y la traducción de mensajes.
A este respecto, una vez completados los registros en la vivienda y vehículo del investigado, los agentes de la Policía Foral encontraron tres armas -2 en el turismo, que estaban cargadas, y una en el residencia-, tal como piezas de impresora tres dimensiones para crear exactamente las mismas.