Un Tribunal ha confirmado las duras condenas impuestas a dos proxenetas acusados de inducir a la prostitución a tres menores tuteladas por el Gobierno foral. La sentencia ratifica también la absolución de dos personas acusadas de ser clientes de las menores, para quienes la fiscalía y la acusación particular solicitaron una condena de 15 años de prisión. Un tercer cliente, que admitió los hechos, fue condenado a dos años de prisión al inicio del juicio. Los proxenetas fueron condenados a un total de 29 años y 6 meses de prisión, mientras que el inculpado por abuso sexual recibió una condena de 39 años y 6 meses. Los condenados deberán indemnizar a las víctimas con 57.000 euros cada una.

Según se informó desde el Tribunal, los delitos ocurrieron en septiembre de 2021. Las tres menores, nacidas en 2007 y 2004, estaban bajo la tutela de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas.

En el juicio, se reveló que las menores frecuentaban el domicilio de uno de los acusados cuando se fugaban del centro o de sus familias de acogida. En ese lugar, uno de los inculpados mantuvo relaciones sexuales con una de las menores. Tanto él como una mujer acusada instaron a las víctimas a tomarse fotografías de contenido sexual, que fueron publicadas en una web de contactos sexuales. Durante varios días, las menores llevaron a cabo los servicios sexuales explicados por los acusados, recibiendo el pago en metálico o a través de Bizum. Además, los proxenetas les proporcionaban drogas para realizar los actos sexuales o como pago.

Uno de los clientes admitió su participación y acordó una condena de 15 meses por corrupción de menores de 16 años y 9 meses por corrupción de menores de 18 años. Esta persona consignó 10.000 euros para entregar a una de las menores como reparación del daño. La sentencia de la Audiencia Provincial fue recurrida tanto por los condenados como por la acusación particular y el Gobierno de Navarra. El Tribunal Superior confirmó las condenas, subrayando que quedó probado que las tres menores fueron inducidas a la prostitución por los dos proxenetas.

El Tribunal consideró que el testimonio de las menores fue corroborado por diversas pruebas, como las fotografías, los anuncios en la web, las videollamadas y llamadas realizadas por las víctimas, así como la adquisición y suministro de drogas. Respecto a la absolución de uno de los supuestos clientes, la Sala consideró que el reconocimiento fotográfico realizado por la menor fue válido, pero lamentó la falta de corroboración objetiva. En cuanto al otro cliente absuelto, la Audiencia señaló que las manifestaciones de la menor no eran suficientes para constituirse en prueba de cargo sin comparecer ante el tribunal.