La presidenta de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Cristina Ibarrola, ha expresado su preocupación por la situación política en Navarra, haciendo hincapié en que el año 2024 finalizará con un claro rechazo por parte del Partido Socialista de Navarra (PSN) a la disposición de UPN de colaborar en la mejora de la política fiscal. Durante una reciente rueda de prensa, Ibarrola subrayó que el PSN se niega incluso a debatir propuestas que beneficiarían a familias, jóvenes y autónomos, argumentando que su sometimiento a EH Bildu ha obstaculizado cualquier posibilidad de diálogo.
En su análisis del año, Ibarrola destacó que Navarra ha perdido su carácter de referente a nivel nacional y que el atractivo que una vez tuvo se ha esfumado. Ante el predominio del bloque PSN-EH Bildu, afirmó que UPN está dispuesto a defender una nueva política que valore el esfuerzo y busque restaurar el bienestar de los ciudadanos navarros. Esta visión crítica se alinea con la creciente inquietud entre la población respecto a la gestión actual del gobierno foral.
Ibarrola se mostró contundente al expresar que desde el Gobierno han rechazado sistemáticamente las propuestas realizadas por UPN, refiriéndose a esta actitud como una "patada al balón". Lamentó que, tras diez años de imposiciones fiscales injustas sobre las familias de clase media, el Gobierno solo sugiere que hay que esperar aún más para implementar cambios necesarios, lo que según ella, demuestra una falta de acción urgente ante una crisis que se palpita en el día a día de los ciudadanos.
La presidenta de UPN destacó varios datos alarmantes sobre la situación en Navarra: más de 61,000 personas en lista de espera para recibir atención médica, 18,000 esperando por vivienda de protección oficial —un aumento del 68% desde la llegada de Chivite al gobierno— y 120,000 personas en riesgo de pobreza, un récord histórico. Ibarrola también señaló el incremento notable de la indigencia y criticó la carga fiscal que enfrentan los ciudadanos navarros, que pagaron más en impuestos comparativamente con otras regiones de España.
Ante este panorama, Ibarrola instó al Gobierno a ser autocrítico y a abandonar su manifiesta autocomplacencia. Enfatizó que quienes ocupan cargos de poder y celebran avances deben considerar la verdadera realidad que vive la sociedad navarra, la cual, según ella, está evidenciando una falta de confianza y una incapacidad para generar oportunidades.
La presidenta hizo un llamado a implementar medidas que fomenten la confianza empresarial, que promuevan la creación de empleo pleno y que proporcionen un alivio fiscal sincero. Ella enfatizó que Navarra necesita políticas efectivas que la alejen de la dependencia de EH Bildu, cuyo enfoque estaría ahuyentando inversiones y talento, lo que repercute negativamente en la economía local.
En esta línea, Ibarrola defendió la necesidad de una gestión pública que sea eficiente y responsable, con el objetivo de restaurar el estatus de Navarra como una región competitiva y atractiva para los ciudadanos y emprendedores. Cuestionó la lógica detrás del incremento del gasto público si los servicios no están mejorando para los ciudadanos, dejando claro que el aumento de la recaudación fiscal no debería ir en detrimento de la calidad de vida de la población.
Refiriéndose al impacto que las políticas actuales han tenido en el ambiente empresarial, Ibarrola criticó el enfoque del gobierno en poner su atención en alianzas políticas en lugar de enfrentar las problemáticas reales que afectan a la sociedad navarra, señalando que el bloque PSN-EH Bildu ha contribuido al empobrecimiento de la región.
En cuanto a las implicaciones legales de las votaciones presupuestarias, Ibarrola comentó sobre la intención de UPN de impugnar la votación de los Presupuestos de Navarra para 2025, debido a lo que consideran una infracción del reglamento por parte del presidente del Parlamento foral. Aunque el Parlamento sostiene que la votación fue legítima, Ibarrola y su equipo creen que su análisis indica lo contrario, por lo que procederán a llevar el caso ante la justicia.
Por último, al ser preguntada sobre la situación del miembro de su Ejecutiva, Salvador Moreno, condenado por incidentes en el Parlamento, Ibarrola reafirmó el compromiso de UPN de cumplir con las decisiones judiciales, pero criticó lo que considera hipocresía por parte del PSN, quien a su juicio, ha dejado el control de Pamplona en manos de figuras cuestionadas. Esta postura evidencia las tensiones que existen en el ámbito político navarro y resalta la necesidad de un debate más amplio sobre la dirección y las decisiones del gobierno actual.
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