En Pamplona, Cristina Ibarrola se prepara para asumir la presidencia de UPN al no tener competencia en el congreso del 28 de abril. Su enfoque principal es realizar un análisis interno del partido, manteniendo sus principios y fortalezas, con miras a liderar el Gobierno de Navarra en 2027.
Antes de unirse a una manifestación agraria en Pamplona, Ibarrola expresó su tranquilidad durante este proceso de transición, destacando la democracia interna de UPN y la importancia de mantener el respeto entre los miembros del partido.
La futura presidenta se mostró optimista sobre el potencial del partido y el compromiso de devolver a Navarra su grandeza, mejorando la sanidad, los servicios sociales y la economía regional. Destacó la diversidad de opiniones dentro de UPN y la necesidad de trabajar juntos por un bien común.
Ibarrola enfatizó la importancia de la autocrítica y la evaluación constante de las políticas del partido, asegurando que se realizará un trabajo interno en los próximos tres años para fortalecer la posición de UPN como un partido orientado al beneficio de Navarra y sus ciudadanos.
La líder conservadora subrayó la importancia de adaptar los mensajes políticos a diversas audiencias, incluyendo jóvenes, migrantes, personas mayores, mujeres, sectores agrarios, comerciantes, transportistas y personal sanitario, con el objetivo de impulsar políticas beneficiosas para todos.
En un tono crítico, Ibarrola destacó la necesidad de restablecer la confianza en la política y combatir la normalización de la mentira, particularmente señalando al Partido Socialista por su actitud. Se comprometió a trabajar arduamente, escuchar a la población y buscar constantemente la mejora para que UPN continúe siendo una fuerza dominante en la política regional.
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