Crónica Navarra.

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El Gobierno foral elude el veto de UPN, PP y Vox a la ley fiscal.

El Gobierno foral elude el veto de UPN, PP y Vox a la ley fiscal.

El Parlamento de Navarra ha llevado a cabo este jueves un importante debate en el que se desestimaron las enmiendas a la totalidad presentadas por UPN, PPN y Vox al nuevo proyecto de ley de medidas tributarias para el año 2025, remitido por el Gobierno foral. Esta decisión permite que el proyecto continúe su proceso de tramitación legislativa hacia su eventual aprobación. Según los resultados de la votación, las formaciones PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin se unieron en contra de las enmiendas propuestas por la oposición.

El consejero de Economía y Hacienda, José Luis Arasti, defendió en el pleno la iniciativa del Ejecutivo, categorizándola como el resultado de un intercambio de ideas y consensos. Arasti expresó su compromiso de seguir buscando soluciones que beneficien tanto a los ciudadanos como al tejido empresarial de la región. Aseguró que este enfoque fiscal tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los navarros, enfatizando que el Gobierno cuenta con la estabilidad y confianza que le otorgan los votantes al elegir políticas fiscales progresistas.

El proyecto incluye diversas medidas significativas, como una solución para los mutualistas que supondrá un desembolso de 150 millones de euros, así como novedades relativas a vivienda, agricultura, pensiones y fomento de la inversión empresarial.

En materia de vivienda, se mantiene la reducción del 70% en los rendimientos netos de arrendamientos de Viviendas de la bolsa pública gestionada por Nasuvinsa. Además, con la reciente declaración de zonas de mercado residencial tensionado en Navarra, se incrementará esta reducción en 20 puntos, alcanzando así un 90% si la vivienda arrendada se halla en esas áreas problemáticas.

Las viviendas que no forman parte de la bolsa pública de alquiler tendrán una reducción del 50% en los rendimientos netos positivos si también están situadas en una zona de mercado tensionado. Este conjunto de políticas tiene como finalidad aliviar la carga de los ciudadanos ante la escalada de precios en el sector residencial.

En el ámbito del sector primario, destaca una exención total en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) para las ayudas otorgadas por el FEAGA, que hasta ahora contaban con un límite del 50%. Esta medida beneficiará a agricultores que operen como titulares de explotaciones agrarias prioritarias, manteniendo el tope de exención en 20.000 euros, y se aplicará de forma conjunta con las ayudas del FEADER.

Para fomentar la reinversión en el tejido empresarial, se ha recuperado la exención total de rentas obtenidas mediante la venta de elementos utilizados en la actividad económica, siempre que su valor sea reinvertido en activos relacionados con la misma actividad.

Además, enunciando el acuerdo presupuestario con EH Bildu, se ha ampliado las deducciones fiscales en las pensiones de viudedad y jubilación, alcanzando hasta los 14.490 euros. Esto implica que quienes reciban este tipo de pensiones verán un incremento considerable en sus ingresos mensuales, donde cada una de sus 14 pagas anuales pasará de 898,6 euros a 1.035 euros.

Desde la bancada de UPN, Javier Esparza criticó fuertemente la política fiscal del Gobierno de María Chivite, aseverando que lo que se plantea es un modelo que a su juicio resulta profundamente anticompetitivo y alejado de las necesidades de los ciudadanos. Esparza declaró que Navarra se encuentra en una situación insostenible y que la ciudadanía está cansada de la presión fiscal a la que se encuentra sometida.

Por su parte, la parlamentaria del PSN, Ainhoa Unzu, lanzó un ataque verbal a la oposición, haciendo hincapié en su retórica apocalíptica. Recriminó a UPN, PPN y Vox que su narrativa común es la de una catástrofe inminente, y los instó a argumentar de manera concreta por qué su visión es negativa, más allá de su oposición política al Gobierno actual.

Adolfo Araiz, representando a EH Bildu, desestimó las enmiendas de la oposición, describiéndolas como vacías de contenido. Afirmó que su enfoque sobre los impuestos es unilateral y que, sin una adecuada tributación, no es posible mantener un Estado del Bienestar digno y efectivo. También abogó por una reforma fiscal integral, similar a la planteada en 2015, la cual permanece inconclusa.

El parlamentario de Geroa Bai, Mikel Asiain, argumentó que el proyecto de ley incorpora las principales demandas del tejido social navarro, aunque reconoce que no satisface todas las expectativas. Asiain defendió la importancia de llegar a consensos, afirmando la necesidad de ceder en algunas áreas para lo que considera un bien mayor y un punto de encuentro que beneficie a la mayoría.

Desde el PPN, Irene Royo advirtió que en los últimos años no se ha instalado una sola gran empresa en Navarra, mientras que el balance de los primeros seis meses de 2024 se presenta negativo en contraposición a otras comunidades como Aragón o La Rioja. Royo acusó a la política fiscal actual de ser anticompetitiva y perjudicial para el bienestar de las familias navarras.

Por último, Miguel Garrido de Contigo-Zurekin criticó las enmiendas a la totalidad por no abordar las cuestiones de justicia fiscal, centrándose en la capacidad financiera. Defendió la idea de que los impuestos deben ser parte de un proyecto común que ayude a la sociedad a afrontar sus retos de manera colectiva.

La portavoz de Vox, Maite Nosti, cerró el debate expresando que el nuevo proyecto de ley presentado no atiende las necesidades de la comunidad. Según Nosti, esta propuesta no contribuye a la competitividad ni simplifica el sistema tributario, sino que perpetúa los problemas estructurales que afectan tanto a la economía como al tejido social de Navarra.