El Gobierno de Navarra, a través de su consejero de Educación, Carlos Gimeno, ha anunciado una serie de medidas que buscan reducir el número de alumnos por clase en los niveles educativos de Infantil y Primaria, además de extender esas políticas a la educación Secundaria. Este anuncio se produjo en una reunión reciente de la Mesa Sectorial, donde se abordaron propuestas para aliviar la carga laboral del profesorado y mejorar la estabilidad docente.

Las novedades presentadas por Gimeno forman parte de un esfuerzo más amplio por lograr un Pacto de Mejora de la Equidad en la Educación en Navarra, que ha estado en desarrollo en las últimas semanas, en respuesta a las demandas de la comunidad educativa y profesional de la región. Estas iniciativas buscan no solo aumentar la calidad de la enseñanza, sino también abordar cuestiones de equidad en el acceso educativo.

El consejero destacó que la oferta del Gobierno es "ambiciosa y positiva", ya que se encuentra respaldada por compromisos financieros viables. Aseguró que el incremento de la inversión en educación refleja el objetivo del Ejecutivo de recuperar el poder adquisitivo de los docentes, cuyo trato se abordará en otro ámbito, la Mesa General de la Función Pública. En este marco, se ha prometido una disminución del número de alumnos por aula en todas las etapas educativas, así como la reducción de las horas obligatorias de formación para los docentes y un refuerzo en la estabilización de su plantilla.

Según las propuestas discutidas, a partir del próximo curso, los colegios públicos navarros verán una disminución del número de alumnos en las aulas de 3 años, que no podrán superar los 23, una reducción significativa respecto a los 25 actuales. Esta misma reducción se aplicará progresivamente en los próximos años, de manera que para el curso 2026/27, no habrá más de 23 alumnos en 2º de Infantil.

Del mismo modo, el departamento educativo propone que las aulas de 1º de Primaria, que actualmente pueden albergar hasta 25 alumnos, se limiten también a 23 a partir del curso 2025/26. La intención es mantener esta reducción sistemáticamente año tras año, buscando mejorar las condiciones educativas para los más pequeños.

Además, se ha planteado una medida que impactará de forma importante en ciertos centros educativos: la consolidación de las reducciones de alumnado en Primaria para aquellos colegios que tienen un mayor porcentaje de estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo. Este enfoque busca mantener ratios adecuadas durante toda la etapa educativa, asegurando que esos alumnos no se vean perjudicados cuando pasen a la Primaria.

La trayectoria de reducción de ratios comenzó hace tres años, cuando se decidió que los centros con un índice negativo de alumnado no podrían tener más de 22 alumnos por clase. Esta cifra se ha rebajado aún más en los últimos años, alcanzando ahora un máximo de 20 alumnos. Con las nuevas medidas, se pretende que los estudiantes con necesidades educativas mantengan esos niveles reducidos de alumnado a lo largo de toda su educación primaria.

Interesantemente, el departamento también ha mencionado su disposición para analizar la posibilidad de aplicar reducciones de ratios en Secundaria, específicamente en 1º de ESO, pero con un enfoque más individualizado y justificado. De esta forma, se completaría el objetivo de disminuir el número de estudiantes en todas las etapas educativas, un hecho que podría transformar el clima de aprendizaje en las aulas secundarias.

Para llevar a cabo estas medidas en 1º de ESO, el departamento ha desarrollado una nueva herramienta similar a la utilizada para la distribución de refuerzo docente este año. Esta ayudará a determinar en qué centros se aplicarán estas reducciones de ratio, en función de criterios que se acordarán con los sindicatos representativos del sector.

Por último, el compromiso del departamento es incluir la reducción general de ratios en 1º de ESO en los presupuestos de 2026, apoyándose en un análisis demográfico que está llevando a cabo el Instituto de Estadística de Navarra (NASTAT), en colaboración con la Universidad Pública de Navarra (UPNA).

Estas medidas se suman a un conjunto más amplio de acciones propuestas para mejorar la calidad educativa en Navarra y abarcan una serie de compromisos como la reducción de horas de formación, la mejora de herramientas tecnológicas para disminuir la burocracia del profesorado, y el mantenimiento de la estabilización del personal docente, cuya tasa se sitúa por debajo del 8% en el total del departamento.

El consejero Gimeno ha remarcado que todas estas ofertas están supeditadas a la firma de un nuevo Pacto por la Equidad Educativa. Asimismo, enfatizó que la mejora en las ratios debe traducirse en una evolución positiva del sistema educativo, tanto en el aprendizaje como en la colaboración entre docentes, lo que será objeto de evaluación cada tres años mediante planes de mejora establecidos.

Gimeno también aclaró que la revisión de todas las ratios se llevará a cabo de manera general cuando se disponga de la herramienta de análisis mencionada, que contribuirá a fundamentar decisiones futuras basadas en datos concretos y análisis demográficos.