En Pamplona, el 25 de junio, las fuerzas de seguridad locales realizaron una importante operación que llevó a la captura de cinco hombres vinculados a un grupo delictivo que se dedica a actividades criminales de alta peligrosidad. Los arrestados, quienes serán presentados ante un juez el jueves, son presuntamente integrantes de una banda juvenil violenta compuesta por un total de nueve personas, de las cuales una ya se encuentra encarcelada. La operación, identificada como 'Karpi', permanece activa, y las autoridades no descartan la posibilidad de realizar más detenciones en el futuro.

Los arrestos se llevaron a cabo en diversas zonas de Pamplona, incluyendo la Rochapea, el casco antiguo y el barrio de Etxabakoitz, donde residen los individuos detenidos, todos de origen extranjero. La Policía Foral ha indicado que estos sujetos son sospechosos de haber participado en numerosos delitos en la ciudad.

La acción policial fue el resultado de un esfuerzo conjunto entre la Policía Foral y la Policía Municipal, en la que participaron más de 50 agentes. Los detenidos fueron llevados a la comisaría de la Policía Foral, donde se llevan a cabo las investigaciones pertinentes antes de su comparecencia ante el juez.

La investigación se inició a raíz de incidentes que se remontan a 2021. Desde entonces, los detenidos han acumulado un total de 197 antecedentes relacionados con delitos violentos, incluyendo riñas con armas blancas, amenazas, lesiones graves, resistencia a las autoridades y tráfico de drogas. La información proporcionada por la Policía Foral resalta la gravedad de los delitos en cuestión.

Muchos de estos crímenes han tenido lugar en el casco antiguo de Pamplona, donde la banda tiene su base en un local en la calle Descalzos. Los actos delictivos han generado múltiples quejas de los ciudadanos, y se han incluido denuncias de siete establecimientos de hostelería y comercio que han solicitado prohibiciones judiciales para que los implicados no se acerquen a sus locales. En respuesta a la creciente preocupación, desde hace dos meses, se ha establecido un operativo permanente en la plaza San Francisco, con la presencia conjunta de policías forales y municipales para reforzar la seguridad en la zona.