Cinco acusados de contrabando de tabaco sentenciados a penas de prisión entre 2 años y 6 meses y 5 años por la Audiencia de Navarra.

En una decisión contundente, la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha impuesto duras penas de prisión a cinco individuos por su participación en delitos de contrabando de tabaco y contra la propiedad industrial.

El volumen de cajetillas incautadas alcanza la impresionante cifra de 3.069.887, con un valor de mercado que supera los 15 millones de euros. Por su parte, la hoja y picadura de tabaco confiscada suma un total de 30.960.000 gramos, con un valor en el mercado de casi 2.5 millones de euros.

En este veredicto, que puede ser apelado ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, dos de los acusados, G.T.E. y J.L.A.V., han sido condenados a 3 años y un día de prisión por contrabando, además de 2 años más por violar la propiedad industrial. Un tercer acusado, M.M.A.O., enfrenta las mismas penas por ambos delitos al ser considerado cómplice necesario.

Además, la Audiencia ha sentenciado a otros dos imputados, I.A.E. e I.A.A., a un año, 6 meses y un día como cómplices del contrabando y a un año adicional como cómplices de los delitos contra la propiedad industrial.

En un giro inesperado, la Sección Segunda de la Audiencia ha absuelto a los cinco condenados de los cargos de pertenencia a una banda criminal y contra los derechos de los trabajadores. No se ha podido probar que las seis personas de nacionalidad ucraniana, que trabajaban en una nave industrial en Navarra, hayan sido explotadas como se afirmaba en el juicio.

Por otro lado, los otros dos hombres acusados también han sido absueltos de todos los cargos que se les imputaban.

Después de un juicio que se llevó a cabo entre el 12 y el 20 de este mes, la sentencia ha causado sorpresa al imponer penas más leves de las que pedía la fiscalía, que solicitaba un total de 12 años y 9 meses de prisión para los siete acusados.

Según la sentencia, desde junio de 2021 hasta mayo de 2022, los acusados G.T.E. y J.L.A.V. se dedicaron a la fabricación y venta ilegal de cigarrillos, obteniendo la materia prima de países europeos como Italia. Realizaban estas actividades sin autorización y copiando marcas registradas sin permiso.

La fabricación de cigarrillos se llevaba a cabo en diferentes naves alquiladas por los acusados, incluida una nave en Aldatz que ocultaba una fábrica completa detrás de una pared falsa.

En los registros realizados, se encontraron tres cuadernos con anotaciones de la cantidad de cigarrillos elaborados, así como una deuda tributaria que asciende a más de 51 millones de euros.

Los condenados, que deberán cumplir un total de 5 años de prisión, también enfrentan multas millonarias y la obligación de indemnizar a la Hacienda estatal y a la empresa Philip Morris.