En una sesión plenaria celebrada en el Parlamento de Navarra el pasado 19 de septiembre, se aprobó con el respaldo unánime de todos los grupos, a excepción de Vox que se opuso, el proyecto de ley foral que establece el sistema de carrera profesional para el personal sanitario de los niveles C y D adscrito al departamento de Salud y sus organismos autónomos.
Este beneficio se extenderá al personal sanitario del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) y del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), afectando a un total de 3.303 personas, de las cuales 3.259 pertenecen al personal sanitario de los niveles C y D del SNS. Dentro de este grupo se encuentran técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, de radiodiagnóstico, farmacia, documentación sanitaria, celadores y personal de laboratorio.
La ley contempla criterios similares a los de la carrera profesional de los niveles A y B, considerando aspectos como la obtención de titulaciones sanitarias oficiales, acreditación de conocimientos de euskera y otros idiomas comunitarios, experiencia laboral y cumplimiento de objetivos organizacionales.
El consejero de Salud, Fernando Domínguez, resaltó que esta ley es fruto de un trabajo consensuado y cumplirá con el compromiso adquirido con las organizaciones sindicales y la legalidad vigente. Aunque reconoció que para algunos llega tarde, la considera un avance importante y destacó que supondrá una inversión de 11,2 millones de euros para el Gobierno de Navarra.
Según Domínguez, la implementación total de la carrera profesional, programada para 2027, buscará incentivar la motivación del personal y mejorar la calidad de los servicios de salud en la región.
Por otro lado, se mencionó que aquellos trabajadores que no pertenecen al ámbito sanitario seguirán regidos por las normativas establecidas para los funcionarios, en relación al nuevo Estatuto del Personal al servicio de las Administraciones Públicas.
Leticia San Martín de UPN señaló que esta normativa es un avance necesario aunque incompleto, ya que no incluye a médicos, farmacéuticos y enfermeras residentes. Desde el PSN, Maite Esporrín expresó que esta ley representa un primer paso para los más de 3.200 trabajadores de la salud que venían reclamando este derecho desde hace tiempo.
En general, los representantes de los diferentes partidos reconocieron la importancia de esta ley como un avance, aunque algunos consideraron que podría ser más ambiciosa. Mientras que Vox cuestionó la exclusión de los médicos residentes y ciertos aspectos sobre las actividades de investigación.
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