En Pamplona, el aumento importante de la población de la polilla del boj ha causado preocupación entre los técnicos del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y de GAN-NIK. Esta plaga ha provocado defoliaciones en los bojedales de Aoiz, Longuida, Urraúl Bajo y Lumbier durante la primavera y verano de 2024, afectando gravemente a lo largo de 20 km de territorio.

Tras las defoliaciones causadas por las orugas, se espera la eclosión de las mariposas en las próximas semanas. Las autoridades advierten que las nubes de polillas serán más notorias en la zona afectada, revoloteando por la noche cerca de las fuentes de luz artificial. Esta especie invasora es conocida por su capacidad de vuelo y su capacidad para desplazarse largas distancias.

Para controlar la situación, se ha puesto en marcha un proyecto de colaboración ciudadana a través de un voluntariado ambiental para monitorear la población de la polilla del boj. El seguimiento de esta especie mediante capturas en trampas de feromonas ha proporcionado datos valiosos sobre su evolución, comportamiento y relación con factores climáticos y geográficos.

La polilla del boj se ha convertido en una amenaza para los bojedales de Navarra, ya que se alimenta de las hojas de boj, provocando daños que pueden llevar a la defoliación total e incluso la muerte de los arbustos afectados. A pesar de la resistencia del boj, en ataques graves las orugas pueden causar daños severos que debilitan la planta y pueden llevar a su secado.

Desde su llegada a Europa en 2007, la polilla del boj ha afectado a bosques de todo el continente y se ha expandido rápidamente por la Península Ibérica. Su avance en Navarra ha sido desigual, afectando más a zonas húmedas que a las secas, con fluctuaciones en su población que pueden estar relacionadas con las condiciones meteorológicas de cada año.

El Gobierno de Navarra reconoce la dificultad de erradicar una especie invasora una vez que se establece en un territorio. A pesar de los tratamientos biológicos efectivos en áreas limitadas, no son viables a gran escala en espacios naturales por el impacto ambiental que podrían causar en otras especies.

A pesar de los daños visibles en los bojedales, se espera que con el tiempo se logre un equilibrio biológico entre la polilla del boj y el boj autóctono. Mientras tanto, se realizan ensayos de control biológico y se fomenta la presencia de aves insectívoras para controlar esta plaga.

En resumen, se espera que los daños en los bojedales aumenten temporalmente, pero se confía en que la polilla del boj no comprometa la supervivencia de esta especie en Navarra a largo plazo.