Los afluentes del Ebro, que en los últimos días han experimentado significativas crecidas, están recuperando su estado habitual. Esta información fue proporcionada el 10 de diciembre desde Pamplona.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha señalado este martes que las crecidas que han afectado al río Ebro, consideradas de carácter ordinario, están actualmente atravesando los pueblos de la Ribera de Navarra y, en las próximas horas, se espera que alcancen la región de Aragón.
De acuerdo con las declaraciones oficiales, los afluentes del Ebro que habían experimentado aumentos en sus niveles a raíz de las recientes precipitaciones están en proceso de normalización. Esta madrugada, el Ebro alcanzó su nivel más alto en Castejón, seguido de un pico en Tudela durante el mediodía, con ambos eventos catalogados como de carácter ordinario.
Para el miércoles, se anticipa que la crecida máxima del río transite por la ciudad de Zaragoza en la tarde-noche, estimándose un caudal de entre 1300 y 1400 m³/s. Los niveles de caudal en los afluentes situados en la margen izquierda del Ebro, desde su cabecera hasta Navarra, muestran una tendencia a la baja.
En el análisis del eje del Ebro, se identifican dos eventos de crecida diferentes. El primero de ellos fue originado por los afluentes de la cuenca alta, cuyo caudal en Miranda alcanzó el lunes cerca de 380 m³/s, y que se encuentra actualmente en circulación hacia Mendavia. El segundo evento es el resultado del incremento de los ríos Arga y Aragón, que el día de ayer llegó a Castejón con un caudal de 1.600 m³/s, el cual se está desplazando ahora por Tudela.
En Zaragoza, el caudal del Ebro se sitúa alrededor de los 750 m³/s, con una tendencia a aumentar. En su desembocadura, los caudales fluctúan cerca de los 700 m³/s, gracias a los vertidos controlados desde las localidades de Ribarroja y Flix, medidas tomadas para mitigar el impacto de las crecidas.
Acto seguido, se informa que la punta de la crecida ya está atravesando los pueblos de la Ribera de Navarra, y se prevé que se desplace hacia Aragón en breve. Para el miércoles, se espera que la crecida máxima pase por Zaragoza hacia la tarde-noche, con un caudal proyectado entre 1300 y 1400 m³/s.
Como comparación, el 1 de marzo de 2024 se registró una crecida ordinaria en el Ebro que alcanzó en Zaragoza un caudal máximo de aproximadamente 1600 m³/s. Los demás afluentes se prevé que continúen su descenso, normalizando sus caudales, mientras que en la desembocadura del Ebro se mantendrá en torno a los 700 m³/s.
Es importante señalar que parte de esta previsión hidrológica se basa en proyecciones meteorológicas, lo que implica un margen de incertidumbre. Por ello, es recomendable seguir de cerca la evolución de la situación.
Desde la CHE se insta a la población a seguir las indicaciones de los Servicios de Protección Civil y a mantenerse alerta sobre los datos meteorológicos e hidrológicos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología y el SAIH Ebro, disponibles en su página web www.saihebro.com.
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